Termina en Nueva York el proyecto que convirtió más de 10.000 cabinas telefónicas obsoletas en puntos de información y Wi-Fi gratis, poco más de ocho meses después de que viese la luz. El proyecto, llamado LinkNYC fue creado por Sidewalk Labs y contaba con el respaldo de Google. En un año convirtieron miles de teléfonos públicos -en desuso por la incursión de la telefonía móvil- en quioscos informativos con pantallas de publicidad, información y puntos de acceso Wi-Fi gratuitos.
Pero una vez más, el mal uso ha conseguido terminar con un bonito proyecto. La navegación gratuita a través de los quioscos Wi-Fi de la ciudad de Nueva York se desactivarán mañana viernes después que llegasen varias quejas que aseguraban que varias personas sin hogar habían monopolizado el servicio utilizándolo, concretamente, para ver pornografía. El problema está llegando hasta tal punto que algunas de estas personas sin hogar están estableciendo hasta «salas de estar» en las cabinas, acomodándose con sillas, cajas, auriculares e incluso comida.
En algunas de las denuncias también se aseguraba que las personas sin hogar no tenían ningún reparo en masturbarse en público, algo que supone un problema para la ciudad, no solo de alteración del orden público, sino de cara a los millones de visitantes que pasan por ella anualmente.
El consorcio que instaló hasta 400 quioscos LinkNYC en toda la ciudad, ha confirmado que se eliminará la navegación web de los mismos. Por el momento el servicio quedará suspendido hasta que se consiga llegar a una solución para evitar los abusos junto con las autoridades.
Natalie Grybauskas, portavoz del alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio informa que han atendido varias quejas de vecinos que aseguraban que varios indigentes utilizaban el servicio de Wi-Fi gratuito para acceder a sitios webs pornográficos durante varias horas, a pesar de las limitaciones que tienen los servicios para acceder a esta clase de contenidos.
El proyecto, que costó 200 millones de dólares no morirá del todo. Por el momento sólo se vetará el acceso a Internet mientras que los quioscos seguirán proporcionando llamadas nacionales gratuitas, servicio de recarga del teléfono y Wi-Fi gratuito para uso en dispositivos propios.
Obviamente no es la primera vez que sucede algo así, y no sólo en la ciudad de Nueva York. El pasado mes de julio, dos grandes marcas, McDonalds y Starbucks, comunicaron que comenzarían a establecer el protocolo «Fiendly Wi-Fi» en sus establecimientos, debido también a las quejas que señalaban el mal uso de las conexiones de Wi-Fi por parte, incluso, de menores. Estas medidas no buscan solo controlar el acceso de los menores a sitios web de contenido adulto sino también prevenir la depredación sexual y el acoso cibernético de los mismos en lugares en los que no hay un control parental establecido.
