Normalmente los servicios de streaming musical rondan los diez euros, en función del plan por el que optemos. Apple Music, Deezer, Tidal, Spotify… Varias son las opciones hoy en día para escuchar música que ofrecen servicios de forma gratuita con ciertas limitaciones debido a la publicidad insertada entre canciones. Y varios son los planes para tener acceso ilimitado a la música que suele oscilar entre los los cinco y los quince euros.
Pero Amazon tiene listo un servicio de streaming musical que pretende romper el mercado con tarifas hasta un 50% más baratas con respecto a la media del sector. Eso siempre y cuando que seas propietario de un Echo, el comando de voz de la empresa estadounidense que compite con productos análogos de otros gigantes de la tecnología americana como Google Home.
Según la compañía con base en Seattle, el precio del servicio musical estaría entre los tres y cuatro dólares al mes y estaría completamente libre de anuncios. Recalcar que no se trataría de un servicio de streaming musical al uso al estilo Spotify con su app para smartphones y tabletas y página web desde la que reproducir música. Este servicio de Amazon tan solo funcionaría única y exclusivamente desde el Echo.
El cilindro de Amazon fue lanzado y además de un potente altavoz también incluye al asistente virtual de la compañía, Alexa. Según algunas fuentes del sector (con datos sin confirmación por parte de Amazon) el número de ventas en 2015 apenas superó el millón de dispositivos vendidos. Por lo que este servicio musical sería un complemento para aumentar el número de ventas de Echo.
De forma simultánea, Amazon está trabajando en un servicio de streaming musical al uso, el cual tendría un coste de unos diez dólares al mes. Ambos servicios no llegarían al mercado estadounidense como pronto hasta septiembre. Aun no hay fechas estipuladas para su desembarco en Europa.
El siempre complicado mercado del streaming musical
A pesar de la popularidad de servicios como Spotify (principalmente en Europa) y Pandora (líder en Estados Unidos), este tipo de modelo de negocio no acaba de resultar lo suficientemente rentable para las empresas. Estamos hablando de un mundo jurídicamente muy complejo e interconectado donde las licencias por emisión y los derechos son la parte central del negocio. Y donde las discográficas ponen el acento.
Para hacerse un idea, los resultados de Spotify arrojaban para el ejercicio 2015 unos ingresos de casi 750 millones de euros y unas pérdidas de casi 60 millones. Una tendencia consolidada desde el lanzamiento de la plataforma en 2009. Otras empresas del sector que también han hecho públicas sus cuentas como Pandora o Rhapsody siguen un camino idéntico al de Spotify: Muchos ingresos, cero beneficios. Un modelo de negocio que se asienta como el incuestionable futuro de la música pero no alcanza los objetivos económicos esperados después de casi un lustro en el mercado.
Con este servicio Amazon pretende popularizar un dispositivo que tiene un precio de 200 euros y que no ha alcanzado el volumen de ventas esperado. Puede que cobrando tan solo el coste del servicio de streaming a cambio de vender más Echos.
