Nunca queremos contar este tipo de noticias, pero lo que inevitablemente tenía que suceder algún día acaba de salir a la luz: el primer accidente mortal de un coche con el modo del piloto automático encendido. La investigación está en curso pero según informan la Administración Nacional de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos (NHTSA) y Tesla, el fabricante de automóviles, una persona murió el pasado 7 de mayo en Williston, una pequeña localidad de Florida (Estados Unidos) a bordo de un Model S de Tesla.
El accidente se produjo, al parecer, en un cruce, cuando un camión con remolque atravesaba una carretera perpendicular. Según apunta Tesla, el color blanco del tráiler unido a la gran luminosidad que tenía en ese momento el cielo, impidieron que tanto el sistema de autopilotaje como el propio conductor activaran los frenos, por lo que el impacto fue inevitable.
La compañía de Elon Musk, que ha estudiado accidentes similares, reconoce que además, la mala suerte hizo que el choque se produjera diractamente con el remolque, que debido a la altura impactó sobre el parabrisas. Si el choque hubiese sido en la parte frontal o trasera del vehículo, el propio sistema de seguridad del coche hubiese reaccionado a tiempo y los resultados hubiesen podido ser bien diferentes.
Ahora la Administración de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos investiga las razones que llevaron al piloto automático a fallar, con el objetivo de determinar si el sistema funcionaba correctamente antes del accidente o, de lo contrario, si existía un fallo previo, lo que podría hacer que se impute a Tesla la responsabilidad de la colisión.
La compañía ha comentado también que este sistema todavía se encuentra bajo supervisión pública y que recomienda fervientemente que los conductores no quiten las manos del volante en ningún momento y que permanezcan atentos a la carretera. De todas formas, Tesla afirma que este sistema se ha usado ya durante 210 millones de kilómetros sin accidente alguno, dato que contrasta con los siniestros registrados cada 100 millones de kilómetros en todo el mundo si el conductor es humano.
La víctima respondía al nombre de Joshua Brown, un hombre de 45 años residente en Ohio (Estados Unidos). Ahora se ha sabido que este hombre pertenecía a una comunidad que alertaba sobre los fallos del sistema automático de Tesla, e incluso había compartido vídeos en los que se aprecia que este sistema todavía tiene fallos por pulir. Lo que se traduce de esta información es que la víctima ya era consciente de que el sistema podía fallar, aunque no pudo hacer nada por salvar su vida.
Ahora queda por saber qué es lo que ocurrió exactamente y qué decide la justicia como procedimiento a seguir. La mayoría de las regulaciones, lógicamente, no contemplan casos con coches autónomos, pilotos autonómicos o sistemas «en beta pública».