Taylor Swift, Trent Reznor, U2 y otros muchos cantantes y compositores (más de 180 en total) se han unido a la protesta de las principales cadenas discográficas (Warner Music, Sony Music y Universal Music) y han expresado sus críticas hacia la plataforma de vídeos YouTube.
Según Trent Reznor, artista y jefe creativo de Apple Music, el principal problema de YouTube es que la plataforma se ha desarrollado sobre una base de «contenidos gratuitos y robados», y que gracias a esa filosofía ha conseguido crecer hasta convertirse en el gigante que es ahora.
Tras las declaraciones de Reznor, otros muchos artistas (la cifra supera ya los 180 cantantes y compositores) han decidido hacer oír sus quejas y protestas y pedir al Congreso de los Estados Unidos una modificación de la legislación porque el modelo de YouTube supone una amenaza a la viabilidad de los compositores y artistas para sobrevivir.
Entre los artistas que ya se han unido a la protesta encontramos nombres como Paul McCartney, Taylor Swift, Kings of Leon o U2. La campaña está ganando cada vez más visibilidad gracias a que los organizadores han contratado anuncios en todas las publicaciones en papel más importantes de Washington DC, la capital de Estados Unidos.
Polémica y conflicto entre los artistas y YouTube
No se ha dado a conocer aún el texto completo de la petición remitida al Congreso, pero parece que la queja fundamental ”“según el medio Billboard”“ es la excesiva flexibilidad de la legislación: mientras los usuarios tienen cada vez menos problemas para descargar sus contenidos favoritos y llevarlos en el smartphone para escucharlos en cualquier momento, las ganancias de los compositores y los cantantes siguen disminuyendo.
Como suele ocurrir casi siempre que se organizan protestas de este tipo (sobre todo, si tienen que ver con cuestiones de acceso a la cultura o legislación sobre propiedad intelectual), la polémica no ha tardado en llegar. Desde YouTube aseguran que los artistas tienen a su disposición las herramientas suficientes para controlar el uso inadecuado de los contenidos de su prioridad. Por ejemplo, YouTube considera que el 99,5% de las infracciones de copyright por la música en los vídeos de la plataforma se detecta automáticamente gracias al sistema Content ID. Además, la empresa ha pagado más de 3000 millones de euros a la industria musical para compensar cualquier posible daño o falta derivada del uso inadecuado de los contenidos de autor en los vídeos de los usuarios.
Habrá que esperar de momento para conocer en detalle las consecuencias de la protesta de los artistas y compositores: ¿se quedará en una simple protesta o conseguirá influir en la política estadounidense y modificar la legislación actual? ¿Qué pasará entonces con los usuarios de YouTube y con su acceso al contenido musical? Al fin y al cabo, podría tratarse simplemente de una estrategia de las productoras musicales para ejercer presión sobre YouTube poco antes de las renovaciones de contratos que tienen pendientes con la compañía.