Tenía que pasar. Un simple niño de seis años ha mostrado en un par de minutos más cordura que gran parte de la gente que vive en este mundo. Pese a su corta edad, la sensibilidad que demuestra por el medioambiente es algo que le honra y si sus padres son capaces de llevarlo por el buen camino, podría convertirse en un importante activista de conservar ese discurso tan elocuente y a la vez pasional e inocente.
Henry Marr, como así se llama el niño, se subió al coche tras recogerlo su madre del colegio en Mount Vernon (Washington, Estados Unidos). Como explicó Alli Hall, su madre, acababan de ver un vídeo en la escuela sobre cómo pueden cuidar el planeta, algo que activó su interés sobre el medioambiente. Tras ver a un pájaro comiendo plástico, animales atascados por plásticos y otros enfermos por comer basura, el niño se puso sumamente triste.
Un vídeo que se ha hecho viral por la pasión del niño
Su madre, maestra en Mount Vernon, decidió grabar el momento del niño que lloraba desconsoládamente en la parte de atrás del coche. Como ella mismo explicó en una entrevista a Verne, pensó que ese momento tan pasional tenía que ser fomentado, así que sacó su teléfono y grabó todo lo que decía el niño.
«Están siendo muy malos, podría llamarlos tontos o incluso decirles algo feo». Así de indignado se mostró el pequeño Henry, que no para de sollozar ni un segundo en todo el vídeo. De hecho, su mayor deseo en esos momentos era ser mayor para poder pelear contra ellos. Aunque su madre le insta a hacer carteles en vez de pelear, él repite que además de hacerlos también piensa pelear, y gritarles muy fuerte en el oído.
De hecho, consigue tranquilizarse un momento y responderle a su madre que le pregunta por lo que puede hacer ahora que es pequeño para ayudar. La idea del niño es ir a un parque situado en Washington para parar a la gente. Ahí es cuando se da cuenta que también mueren los animales más pequeños al comer la basura que tiran los humanos, y vuelve a decir que «odio a la gente que les obliga a hacer eso».
El vídeo ha sido publicado a finales de mayo en Facebook, y ya suma más de veinte millones de reproducciones. Consiguiendo así una repercusión mundial bastante considerable. De hecho, después de conseguir tanto éxito, la madre de Henry ha decidido crear una página en Facebook para que la gente siga las evoluciones del pequeño, inmerso en su trabajo como uno de los activistas medioambientales más jóvenes que se conocen.
Su repercusión ha sido tal, que una empresa de ropa ya ha contactado con Henry para lanzar una campaña, así será como donarán durante un tiempo limitado un 40% de sus ventas a organizaciones no gubernamentales. Y es que Henry ya ha participado en caminatas para recoger basura después de salir del colegio, limpia parques y también el río. Además, buscan ahora nuevas formas de promocionarse y concienciar sobre el cuidado del planeta. Y todo esto con tan solo seis años.