Cuando yo estudiaba en el colegio (soy de la generación del 81) la mayor tecnología que teníamos era un aula magna con una televisión de tubo y un vídeo VHS. De hecho, siempre había problemas con las cintas de vídeo ya que algún profesor se las llevaba a casa y grababa cosas encima. O los cabezales del vídeo daban la lata y enganchaba la cinta.
Pero hoy en día, el panorama para los profesores ha cambiado y mucho. Hay que tener en cuenta que para dar clase hay que estar al día, aunque sean clases de Historia Clásica, un profesor -si quiere ser de los buenos- necesita reciclarse constantemente y que no parezca un disco rayado que repite lo mismo una y otra vez. Y en esto, la tecnología tiene bastante que decir.
Ha sido durante el II Encuentro de Profesores Samsung Smart School, cuando la marca ha presentado un estudio realizado por Ipsos. Una investigación llamada «Los profesores ante la tecnología», que deja claro que cada vez hay más tecnología en las aulas y que ayuda sobremanera a los alumnos para mejorar su curva de aprendizaje.
La idea del estudio, teniendo en cuenta la transformación digital que han sufrido las aulas en estos últimos años, es conocer de primera mano qué valoración hacen los profesores sobre los beneficios del uso de la tecnología para el aprendizaje de sus alumnos.
Como explica Francisco Hortigí¼ela, Director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Ciudadanía Corporativa de Samsung España, la tecnología se ha convertido en una herramienta habitual en los colegios españoles. Y es que con su programa de digitalización, han estudiado los beneficios pedagógicos tanto para alumnos como para profesores. De ahí que estén inmersos en globalizar el uso de la tecnología en los centros españoles.
Los profesores solicitan formación tecnológica y metodológica
En la infografía proporcionada por Samsung, que justamente sale del estudio Ipsos, 8 de cada 10 profesores usan la tecnología al menos una vez por semana. Pero tan solo un 35% la usan a diario, aunque esto tiene una explicación. Al ser preguntados sobre qué necesitaban para trabajar con la tecnología, un 54% ha pedido formación tecnológica y metodológica -nadie nace aprendido-, y además un 83% ha mostrado su preocupación por las conexiones a Internet que tienen en sus colegios, así que solicitan disponer de una buena línea para trabajar.
Curiosa también la visión distinta entre profesores y padres sobre el uso de la tecnología. Mientras un 76% de profesores la usan con frecuencia, la percepción de los padres es que lo hace solo un 60%, es decir, cerca de un 15% menos de lo que sucede en realidad.
Impacto de la tecnología en la educación y beneficios de su integración en las aulas
A estas alturas, poca gente duda de los beneficios del uso de la tecnología, aunque hay que tener en cuenta que en el ámbito de la educación tiene muchos puntos positivos que enumeramos:
– En un 92% mejoran las habilidades técnicas.
– Un 84% mejora su competencia en habilidades transversales.
– Un 79% de los alumnos se esfuerza más en aprender.
– Un 84% se vuelven más autónomos.
– Importante también en el punto colaborativo, ya que un 82% facilitan la colaboración.
– Un 74%, además, entiende más fácilmente lo que aprende.
– Y en un 75% se mejora el clima de la clase.
Y entre sus beneficios por la integración de la tecnología en las aulas, cabe puntualizar que:
– En un 84% facilita adquirir nuevas competencias.
– También sirve para el día a día, 82% ayuda a desenvolverse en el mundo.
– Y para la colaboración, aumentándola en un 65% entre alumnos.
– También convierte a los alumnos en más responsables, un 75% muestra el uso responsable de las tecnologías.
– Es beneficioso para los profesores, ya que en un 84% enriquece su trabajo.
– Y para el denominado ‘brainstorming’, ya que en un 86% facilita el intercambio de ideas.
En definitiva, la tecnología nos puede hacer la vida muchísimo más sencilla y mejorar la educación de los más jóvenes en nuestro país bien aplicada. Pero para hacer esto, los docentes necesitan formación y herramientas.