Hace poco más de una hora la Guardia Civil avisaba en Twitter de un nuevo fraude cuyo cebo es un Samsung Galaxy S6 edge. El modus operandi de los timadores en este tipo de estafa es mandar un mail suplantando la identidad de la compañía, en este caso la coreana Samsung. Lógicamente, si recibimos un mail cuyo destinatario es Samsung lo abriremos y si además nos promete que podemos conseguir un teléfono de alta gama completamente gratis, rellenaremos todos lo datos que nos pidan. Y es exactamente ahí donde los estafadores quieren llegar, a nuestros datos personales y agenda de contactos. Con este método ya no necesitan infectar nuestros dispositivos con programas maliciosos que bombardeen a nuestros contactos con mensajes de spam. Gracias a este método de «ingeniería social» pueden expandirse fácilmente.
Este tipo de fraudes no pasan de ahí, de ser sólo fraudes, ya que no incurren en delito al mantenerse al filo de la legalidad. Es muy que probable que, tras comprobar si hemos ganado el teléfono (cosa que jamás sucederá) nos insistan con que debemos aportar nuestro número de teléfono en el que recibiremos una clave de acceso. De esta forma consiguen nuestro número de teléfono e incluso podrían darnos de alta en servicios que nosotros mismos no hemos contratado de forma totalmente fraudulenta. Como decíamos, los creadores de toda esta estratagema se mantienen en un limbo legal en el cual no comenten un acto delictivo gracias sus famosos «términos y condiciones generales» que prácticamente nadie lee. Tanto la Policía como la Guardia Civil cada vez están más al tanto de este tipo de fraudes en la red. La Policía advierte que en ningún caso se deben facilitar datos personales y menos el número de teléfono ante esta clase de mensajes. Los canales utilizados no son solo los famosos banners o los anuncios pop-up que aparecen en Windows, la ciencia del timo avanza con la tecnología y acceden a nosotros mediante correos electrónicos, mensajes de texto, WhatsApp o cualquier red social.
Y son precisamente las redes sociales el segundo método más utilizado para este tipo de estafas, después del correo electrónico. Hace un año fuimos testigos de otra estafa similar en la que el gancho también era un móvil Samsung, en este caso un Galaxy S5. El falso sorteo, en el que regalaban nada más y nada menos que 650 terminales, corrió como la pólvora por los muros de miles de usuarios de Facebook. Supuestamente, para participar debíamos compartir y dar a me gusta a la publicación, de esta forma se aseguraban bien la expansión. Además con un falso «confirma el PIN», les mandábamos un SMS con el que podían acceder aún más datos nuestros.
Por desgracia, los objetos tecnológicos son un reclamo muy jugoso para este tipo de engaños, debido a su precio y a ser un importante objeto de deseo, por lo que desde aquí os recomendamos que permanezcáis con los ojos abiertos y no confiéis en nadie que os regale nada sin obtener nada a cambio.