Que los drones suponen un serio peligro para la aviación comercial no es algo nuevo. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ya lo lleva tiempo diciendo, y es algo que hemos podido comprobar tras sucederse algunos incidentes. El último ha sido el más mediático de todos, ya que llegó a producirse un choque. Concretamente, un avión de British Airways colisionó con uno de estos aparatos no tripulados en pleno aterrizaje en el aeropuerto londinense de Heathrow. Aunque afortunadamente no ocurrió nada que se pueda lamentar, dentro habían 132 pasajeros y cinco tripulantes a bordo procedentes de Ginebra.
El incidente tuvo lugar el pasado domingo 11.50 GMT, cuando un Airbus A320 de la compañía inglesa British Airways procedía a aterrizar en el aeropuerto de Heathrow (Londres). Fue en ese momento cuando el piloto informó a la torre de control de que un objeto, aparentemente un vehículo aéreo no tripulado, chocaba contra la parte delantera del avión. Al parecer, tal y como ha informado la Policía Metropolitana de Londres, encargada de investigar el caso, la aeronave aterrizó de manera segura, fue evaluada sin perder tiempo por los técnicos, y se le dio permiso para que volviera a operar otra vez. En cualquier caso, se trataría del primer incidente registrado de este tipo en Reino Unido.
Una fuente de la Autoridad de Aviación Civil ha asegurado, que usar drones para capturar fotografías o grabar un vídeo aéreo es algo «inaceptable». Según los medios locales, usar estos vehículos no tripulados cerca de un aeropuerto está penado en el Reino Unido con hasta cinco años de cárcel. Como decimos, no es la primera vez que ocurre algo así, y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo ya ha manifestado su preocupación ante el incipiente riesgo que suponen los drones para la aviación comercial. Y es que, muchos pilotos aseguran haberse encontrado de forma inesperada con estas máquinas durante su vuelo, lo que lógicamente supone un verdadero peligro para los tripulantes.
Recientemente se registró algo similar. Un Airbus A320 que hacía el trayecto Barcelona-París y en el que viajaban un centenar de personas, se encontró con un dron al iniciar la maniobra de descenso a las pistas. Al parecer, fue el copiloto el que se percató de la presencia del aparato, por lo que procedió de forma inmediata a la desconexión del piloto automático, y a realizar una maniobra de emergencia. El objetivo era evitar a toda costa el dron, que, en opinión del comandante, estaba pasando a unos cinco metros justo debajo del ala izquierda del avión comercial. La tripulación informó al controlador aéreo del encuentro con el dron, que no tenía permiso para volar ni en los aeropuertos ni cerca de ellos. Sin duda, estamos ante un problema muy grave, ya que que muchos radares son incapaces de detectar objetos en vuelo de tamaño tan pequeño. Por tanto, para evitar un accidente más serio, desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo piden una regulación urgente a nivel internacional.