Para la gran mayoría de los fabricantes de telefonía, conseguir terminales más delgados es uno de sus objetivos principales. Para poder lograrlo, es necesario perfeccionar las baterías y las cámaras, dos de los componentes que más hacen engrosar un dispositivo. Actualmente, el teléfono más delgado de Samsung es el Galaxy A7, que cuenta con sólo 6,3mm de grosor. Se espera, que en un futuro no muy lejano se pueda aún más disminuir esta cifra.
Según nos informan desde SamMobile, Samsung acaba de anunciar que estaría trabajando actualmente en baterías nuevas con altas densidades de energía, y en sensores de cámara más delgados que los actuales. El gigante surcorenao ha informado, que estas nuevas tecnologías se utilizarían en los teléfonos inteligentes que se darán a conocer en el año 2017, por lo que todavía queda tiempo para eso. Actualmente, Samsung trabaja con baterías que tienen una densidad de energía de 700Wh / l (vatios-hora por litro), pero se espera que este número aumente a 750Wh / l para finales del próximo año, y a 780Wh / l para el año 2017.
No quedaría aquí la cosa, la compañía también estaría trabajando para aumentar el voltaje de la batería en 4,40 voltios en los próximos meses, y en 4,5 voltios para el año 2017. Samsung también ha mencionado que estaría trabajando en mejorar su tecnología de carga rápida. Estamos a la espera de que esta tecnología puede cargar un 80 por ciento de la batería en sólo 30 minutos. Todo esto se resume en una cosa: Los teléfonos del futuro tendrán una autonomía mucho mayor y ésta será aún más eficiente.
Por su parte, la firma asiática también ha revelado que está desarrollando sensores de cámara Red White Blue (RWB) para dispositivos móviles. Esto, supuestamente, proporcionaría «mejor fidelidad de color» para las fotos. Además, los próximos sensores de las cámaras de los smartphones de Samsung vendrían con un tamaño de píxeles más pequeños (de 1,12 micras a 1 micra). Esto provocaría una disminución del grosor del 23 por ciento (de 6,5 mm a 5 mm para un sensor de 16 megapíxeles y de 5,2 mm a 4,5 mm para un sensor de 13 megapíxeles). Sin embargo, se cree que el tamaño influiría notablemente en la calidad de imagen, por lo que es posible que la empresa haga uso de una tecnología como la «pixel binning«, que Nokia y Sony actualmente utilizan en sus cámaras de teléfonos inteligentes de gama alta para mejorar la calidad de las fotografías.
Parte de este trabajo, como decimos, se empezará a ver en los dispositivos Galaxy que la firma lance para el año 2017, aunque pensamos que el próximo Galaxy S7 ya contaría con los primeros indicios de lo que Samsung nos tiene preparado para el futuro. Esperamos, que el próximo buque insignia de la surcoreana cargue más rápido y cuente con una batería mejorada, por lo menos que supere los 2.600 mAh de su hermano mayor. Aún falta mucho para conocer los detalles del próximo Galaxy S, ahora todas las miradas están puestas en el nuevo Galaxy Note 5, que la compañía podría presentar el próximo mes de septiembre en el IFA de Berlín.