La universalización del smartphone está cambiando la sociedad en la que vivimos. Las comunicaciones a larga distancia baratas e incluso gratuitas son posible. El entretenimiento en cualquier lugar. Incluso nuevas formas de comercio y nuevos negocios que han surgido en torno al móvil no hacen sino demostrar la importancia que le damos a este dispositivo. Pero la cuestión es si estamos utilizándolo como una herramienta para facilitar nuestro día a día, o lo sobrevaloramos en detrimento de nuestra propia vida. Una cuestión que un joven animador chino ha querido plasmar a través de un vídeo crítico que hará pensar a más de uno sobre esta cuestión.
Se trata de una animación creada por Min Alxe, un estudiante de la Academia Central de las Bellas Artes en China, en la que se plasma lo irónico de este proceso en el que parece que es la tecnología la que domina al humano, y no al revés. Un corto muy crítico acerca de cómo las aplicaciones de mensajería y otras herramientas móviles son capaces de atraer la atención del usuario hasta el punto de no darse cuenta de lo que hacen, el riesgo que toman por no dejar de mirar la pantalla, o incluso lo ridículo que puede llegar a ser tomarse un selfie en determinadas situaciones.
http://youtu.be/PsH9wGB_Acs
Con una estética muy sencilla, el vídeo presenta varios personajes con un solo ojo y una atención centrada en el móvil. El creador recrea distintas situaciones habituales en las que, de forma exagerada y crítica, los protagonistas tienen un comportamiento más habitual de lo que muchas personas se atreverían a afirmar, consiguiendo hilarantes y a veces macabras consecuencias por no mostrar interés en todo lo que les rodea. Ya sea sentándose sobre un pobre minino y aplastándolo fatalmente, o poniendo una inyección en la cabeza cuando debería ir en las posaderas.
Según avanza este corte de animación la crítica es más dura y las consecuencias más desastrosas: Bomberos que prefieren atender a la pantalla de su móvil que a las víctimas de un incendio que se arrojan a la desesperada por una ventana, o incluso una chica que acaba en llamas por hacerse un selfie en tal situación. El vídeo cierra con una explosión nuclear por el despiste de un científico que prefería atender a los mensajes de WhatsApp antes que a los productos que tenía entre manos. Una referencia muy crítica a lo que, según este creador, podría llevarnos esta actitud desinteresada por el entorno y las acciones cotidianas por culpa del móvil.
El vídeo tiene su toque de humor, pero no hay que perder de vista que estas situaciones también se dan en la vida real. Prueba de ello son las señales plantadas en diferentes ciudades con el fin de recordar a los peatones que hay que mirar a la carretera y no al móvil cuando se cruza la calle. O los diferentes casos de tendinitis que ya se han sucedido en diferentes países tras el uso abusivo del smartphone. Cuestiones muy reales a las que quizá habría que prestar más atención. Y este vídeo quiere recordárnoslo.