Hay pocos usuarios que digan que no les importa disponer de un dispositivo frágil y que pueda romperse fácilmente. Aunque las fundas hacen una función básica para proteger a nuestro terminal de caídas y golpes, los fabricantes trabajan para que en un futuro podamos prescindir completamente de ellas. A diferencia del Samsung Galaxy S5, el Galaxy S6 estándar, así como su variante con pantalla curva, el Galaxy S6 Edge, no disponen de certificación IP67. Ello significa, que no puede mojarse y que no parece ser igual de resistente. A simple vista se adivina un dispositivo que presenta una fragilidad pasmosa, pero las apariencias engañan.
Pese a no contar con el certificado y estar fabricado con una estructura metalizada, el Samsung Galaxy S6 cuenta con protección Gorilla Glass 4, una prestación que ya vimos en el Galaxy Note 4 o en el Samsung Galaxy Alpha. La protección de Corning presume de dotar a los teléfonos de una capacidad asombrosa para soportar caídas y golpes grandes. Y no es solo publicidad. Un vídeo que ha aparecido en YouTube nos da un claro ejemplo de ello. En el vídeo, de menos de un minuto de duración, se ve a una mujer tirando un Galaxy S6 Edge con fuerza contra el suelo hasta tres veces. Asombrósamente al teléfono no le pasa absolutamente nada. Después de recibir los golpes, sigue funcionando con normalidad y su carcasa parece intacta.
El Samsung Galaxy S6 Edge se presentó el pasado 1 de marzo en Barcelona. El terminal presume de ser el primer dispositivo de la asiática en contar con una pantalla que presenta sus dos lados curvos. Esto significa, que podremos recibir notificaciones. conocer las diferentes llamadas que nos llegan, o diversa información adicional, sin necesidad de tener que mirar la pantalla del terminal. El hecho de saber, además, que soporta golpes y caídas tranquiliza, entre otras cosas porque no se trata de un teléfono lo que se dice económico.
Tanto el Galaxy S6 como el Galaxy S6 Edge llegarán a España, así como al resto del mundo, el próximo 10 de abril. Se podrá adquirir libre o a través de las diferentes operadoras que funcionan en nuestro país. Si os ha asombrado la resistencia del dispositivo y también queréis probar como funciona su pantalla curva, deciros que el Galaxy S6 Edge se puede conseguir a diferentes precios según la capacidad de almacenamiento elegida. Así, el de 32Gb se podrá adquirir por 849 euros. Si necesitáis más capacidad para almacenar archivos y datos, el de 64GB sube 100 euros más, hasta los 949 euros. Por su parte, el Samsung Galaxy S6 Edge de mayor capacidad, el de 128GB, tendrá un coste de 1.049 euros.
Aquellos que estéis dispuestos a «ataros» con alguna de las operadoras de nuestro país: Orange, Vodafone o Movistar, los precios bajan considerablemente, aunque todo va en función de la tarifa elegida. Una de las opciones más económicas es la que ofrece Orange, que se consigue contratando su tarifa Delfín. De este modo, sólo tendremos que pagar por el dispositivo 99 euros. Eso sí, habrá que hacer frente a un pago mensual de 50 euros (con llamadas ilimitadas y 2,5GB de datos).
