Unas nuevas declaraciones del CFO de Google, Patrick Pichette, vuelven a dejar en una incógnita el futuro de las Google Glass. Durante la presentación de los resultados financieros del último trimestre de la compañía, Pichette dio a entender con sus palabras un replanteamiento total y hasta una posible cancelación final del proyecto. «Cuando los equipos no son capaces de saltar los obstáculos, pero creemos que todavía hay un montón de promesas, podríamos pedirles que hagan una pausa y se tomaran su tiempo para restablecer su estrategia, como hicimos recientemente en el caso de Glass”.
Google suspendió el programa Glass Explorer el pasado 19 de enero dejando en manos el proyecto de desarrollo dentro de una división a cargo de Tony Fadell, responsable de Nest. Así, las gafas de realidad aumentada pasaban a una etapa de transición, a la espera de saber más sobre su futuro. Por las últimas palabras de Pichette parece que éste será bastante complicado, aunque Google sigue alentando a los desarrolladores a que creen aplicaciones para Glass y a las empresas con su Glass at Work.
Parecía que estos días nunca llegarían. Despertaron tal furor inicial, que, incluso, motivó la participación de desarrolladores de todo el mundo y generó expectación entre los potenciales consumidores. Todo el mundo quería las famosas gafas de realidad aumentada de Google. Pero entonces, ¿por qué están fracasando? En el apartado de diseño, y dejando un poco de lado la moda de los wereables, Google Glass es un producto incómodo. Muchos usuarios se quejaban de esto y de su interfaz de voz muy poco práctica y una duración de batería muy reducida.
Por otro lado, The Financial Times también comentó en su momento, que detrás de la decisión de Google podría hallarse el hecho de que Glass ha despertado la preocupación en el ámbito de la violación de la privacidad. Recordemos, que entre algunas de sus funciones se encuentra el hecho de que la cámara puede ser activada por el usuario sin el conocimiento de quienes están cerca. El gigante de Mountain View no quiere más problemas con asuntos de privacidad. Ya tuvo bastantes en su momento con Street View, que, de hecho, le llevó a los juzgados.
Además de esto, los usuarios se han decantado más por la moda de los smartwatches. Son más cómodos, más prácticos y mucho más manejables. En este apartado la firma también tiene mucho que decir. Va a hacer casi un año que Google lanzara Androir Wear, un sistema operativo diseñado específicamente para relojes inteligentes. La última versión, lanzada en diciembre, nos dejaba como novedad la personalización de pantalla gracias a la nueva API Watch Face. De este modo, los desarrolladores ya pueden lanzar oficialmente sus aplicaciones para cambiar la interfaz de nuestros relojes. Uno de los grandes smartwatches de 2014 que lleva esta plataforma en sus entrañas es el Moto 360, el primer reloj inteligente con esfera cilíndrica. En breve tendrá que competir con el nuevo Samsung Orbis. La puesta de la surcoreana en el sector y que conoceremos el próximo día 2 de marzo en el Mobile World Congress de Barcelona.
