Tal y como se ha publicado en el medio The Verge, el gobierno de Estados Unidos ha resuelto oficialmente la incógnita sobre quién estaría detrás del ataque informático a Sony Pictures. Como ya os veníamos informando desde hace unas cuantas semanas, los autores del delito, que se hacen llamar «Los Guardianes de la Paz», trabajarían bajo las órdenes de Corea del Norte. Fuentes oficiales han asegurado la vinculación del ejecutivo de Pyonyang con el hackeo de la multinacional.
La razón por la que se estarían filtrando datos privados de la productora tiene que ver con The Interview, un film protagonizada por James Franco y Seth Rogen en el que ambos son reclutados por la CIA para formar parte de un complot y asesinar a Kim Jong-un, el dictador de Corea del Norte. Al parecer, a Sony Pictures se le habría ido de las manos la ridiculización del líder norcoreano, ya que la película está rodada en tono humorístico.
Esta información ha salido a la luz después de conocerse que no se iba a estrenar. Al parecer, esta decisión no se habría producido por voluntad de la productora, si no por las cuatro grandes cadenas de cine de Estados Unidos. Estas empresas han considerado que no debían asumir el riesgo de enfrentarse ellos mismos a ataques y, con el paso de las horas, se fueron sumando también otros cines más pequeños. Al margen de esto, Obama recomendó que la gente fuera al cine, ya que considera que la renuncia al estreno es una victoria para el gobierno de Corea del Norte.
Como ya os comentamos hace unos días, Sony Pictures decidió contraatacar con ataques DDoS (Ataque de Negación de Servicio) contra los servidores que almacenan o comparten películas pirateadas de la productora, con la intención firme de inundarlos y colapsar las transferencia de datos. Para llevar a acabo esta acción, la compañía estaría usando miles de ordenadores alquilados en la nube de Amazon, desde los centros de Singapur y Japón. Al parecer, la compañía habría puesto también en marcha otras tácticas para dificultar la descarga de estas películas. Sin embargo, todo parece indicar que esta maniobra habría llegado demasiado tarde.
A pesar de que Sony esté intentando de todas las formas posibles restablecer la normalidad en sus servidores, todavía no se han hecho con el control. Hemos de reconocer que la situación está alcanzando unas dimensiones exageradas, ya que los hackers no sólo han filtrado los próximos estrenos de cine de la multinacional, si no también mensajes de correo privados, información de los pasaportes del elenco, así como los sueldos de varios actores o los nombres en clave que suelen utilizar los artistas para alojarse en hoteles.
Lo peor de todo es que Sony Pictures es una de las grandes bases del negocio de la firma japonesa y, si Los Guardianes de la Paz continúan filtrando información, podrían causar graves problemas a su negocio.