Se acerca el fin de año y es el momento hacer predicciones sobre las novedades que traerá 2015. El mundo de los ordenadores PC va a ser distinto el próximo año. Entonces se espera la llegada del nuevo sistema operativo de Microsoft. Windows 10 incluirá nuevas posibilidades de explotar tecnologías de hardware emergentes, que en breve empezarán a introducirse en los productos comerciales que salgan a la venta. Por ejemplo, los equipos van a empezar incluir la nueva memoria RAM de tipo DDR4, que va permitir que los videojuegos y las aplicaciones vayan más rápidas en los ordenadores; primero en los de sobremesa, y luego también en los portátiles.
Igualmente, el año 2015 supondrá el debut de nuevos procesadores, como los Intel Core de quinta generación (conocidos como Broadwell U), fabricados con tecnología de 14 nanómetros. Todo eso se va a traducir en máquinas más potentes y con un menor consumo de energía. Así, los portátiles podrán ofrecer cada vez una mayor autonomía. Y todos los equipos, en general, serán cada vez más delgados y ligeros. Otra ventaja es la eliminación de cables. Por una parte, los monitores inalámbricos van a ser cada vez más comunes, incluso aquellos en ultra alta resolución. Va a ganar terreno la tecnología inalámbrica WiGig, con más ancho de banda que Wi-Fi, y que es capaz de transmitir vídeos con resolución 4K sin retardos. Se espera que WiGig no solamente esté disponible en monitores, sino además en televisores 4K. De esa forma, los usuarios ya no van a necesitar conectar a sus ordenadores cables HDMI, ni tampoco DisplayPort.
Otros cables que van a desaparecer son los de los cargadores. El próximo año van a ser habituales los ordenadores portátiles y los equipos convertibles dotados con cargadores inalámbricos. Por ejemplo, está la tecnología Rezence, de carga inalámbrica mediante resonancia magnética, de la Alliance for Wireless Power (A4WP). Entre los fabricantes adheridos a Rezence figura Intel, Acer, Asus o HP, entre otros. Rezence tiene varias ventajas, entre las que figuran una eficiente disipación del calor y su miniaturización, que facilita la posibilidad de integrar el resonador en cualquier dispositivo por diminuto que sea.
Las interfaces de los ordenadores también van a evolucionar. Desde teclados de luz, hasta control por gestos y por voz. Las cámaras corrientes van a dar paso a las cámaras 3D, capaces de reconocer los movimientos del usuario y de medir las distancias entre los objetos situados a su alcance. Algunas de esas cámaras incluso van a ser sensibles a la profundidad, y van a poder escanear objetos. Eso puede resultar muy útil para después imprimirlos en 3D. Al estilo del sistema Sprout de HP, formado por un alfombrilla grande (Touch Mat) y una cámara 3D con proyector. La alfombrilla se pone sobre el escritorio, y la cámara-proyector va colocada encima del monitor apuntando hacia abajo. El conjunto permite escanear y manipular imágenes.