Los planes de Samsung respecto a Tizen son a largo plazo. No quiere lanzar el primer smartphone con ese sistema operativo hasta que todo esté bien preparado. Es su gran apuesta para reducir la dependencia de Google, porque, actualmente, sus dispositivos móviles más vendidos son los Android. En teoría, el estreno del Samsung Z era inminente e iba a producirse en Rusia. Sin embargo, la compañía surcoreana ha dado marcha atrás. El motivo, según The Wall Street Journal, es que el ecosistema de Tizen requiere un mayor desarrollo, lo que se traduce en una escasez de aplicaciones para la plataforma. No es de extrañar que Samsung no quiera dar más explicaciones, ni adelantar ningún calendario.
La compañía acudía a la edición de la feria MWC 2014 (Mobile World Congress), celebrada en marzo, con un teléfono móvil con Tizen. Por aquel entonces se hablaba del segundo trimestre de este año como la fecha más probable para que el primer smartphone con Tizen viera la luz. En junio de 2014, durante una conferencia de desarrolladores en San Francisco, se mostraba un prototipo del Samsung Z, con la promesa de que sería lanzado en el mercado ruso en el tercer trimestre. Sin embargo, hace poco más de quince días empezaban a circular las primeras noticias sobre nuevos retrasos, esta vez por parte de desarrolladores de Tizen radicados en Moscú.
La elección de Rusia no es casual. En principio, Samsung no quiere enfrentarse directamente a Google y Apple, por eso prefiere concentrarse en países emergentes como Rusia y la India para echar a rodar sus primeros móviles con Tizen. El objetivo de la compañía surcoreana es que Tizen acabe representando el 15 por ciento de sus ventas de smartphones. Ahora bien, el escollo está en convencer a suficientes desarrolladores para que confíen en esa plataforma naciente. La Asociación Tizen, formada por Samsung e Intel, entre otros fabricantes, está dedicando miles de millones al año para desarrollar la plataforma, y más del 60 por ciento de sus 67.000 ingenieros e investigadores están destinados a ese proyecto, con planes de contratar 800 ingenieros más al año.
La plataforma trata de atraer al máximo número de programadores con incentivos y asistencia técnica. Por ejemplo, durante el primer año, los desarrolladores que vendan sus aplicaciones en la tienda Tizen recibirán el cien por cien de los ingresos generados (excluyendo impuestos y comisiones de los operadores móviles). Otro punto fuerte es la compatibilidad con HTML5 y la vocación multidispositivo. No se limita a los móviles, ni a los dispositivos vestibles. También se ha lanzado un perfil para equipos de car audio y pronto estarán terminados los de televisores y cámaras.
La última versión estable (Tizen 2.2.1) data de noviembre de 2013, y es la que está instalada en el Samsung Z. Este móvil tiene una pantalla Super AMOLED de 4,8 pulgadas con una resolución de 720 por 1.280 píxeles e incorpora un sensor de huella dactilar y un procesador de cuádruple núcleo a 2,3 GHz.
