Google está desarrollando un tablet con sensores que pueden capturar imágenes precisas en tres dimensiones (3D). Este dispositivo tendrá una pantalla de 7 pulgadas. El terminal podrá tomar imágenes en 3D gracias a dos cámaras colocadas en su parte posterior y a sus sensores infrarrojos, según ha dado a conocer el periódico Wall Street Journal.
El buscador planea presentar este proyecto a finales de junio, en su conferencia anual de desarrolladores. Además, se sabe que la empresa californiana estaría fabricando para entonces 4.000 prototipos, según fuentes cercanas a la compañía.
El propósito tiene como alias Proyecto Tango. En él, también se encuentra un smartphone capaz de crear un mapa tridimensional de lo que rodea al usuario.
Asimismo, la compañía tiene en mente la mejora de su último wearable, las Google Glass. La llegada a las tiendas de esta prenda inteligente está prevista para finales de año, aunque todavía no han concretado fecha. Estas gafas permiten al usuario grabar vídeo y tomar fotografías. Su cámara es de cinco megapíxeles y puede grabar vídeo en alta definición (720 píxeles). Las autoridades todavía no tienen del todo claro el buen uso de ésta. La razón está en que se podría estar grabando a alguien en una situación comprometida y el afectado podría no darse cuenta.
También se puede navegar por Internet o hablar con otros por Hanghouts. Además, la compañía está desarrollando una serie de aplicaciones específicas para las mismas, aunque todavía no se han dado a conocer.
El almacenamiento de las Google Glass será de 16 gigabytes, aunque esto no es del todo real. Al estar conectado al Google Cloud Storage, la plataforma de almacenamiento virtual, sólo serán útiles 12 gigabytes.
Con este proyecto, lo que pretende el buscador es crear un asistente virtual a través de las gafas. Es decir, Google pretende mostrar toda la información de un smartphone usando sólo la voz. Quiere que todo se realice a través del sonido. Éstas se conectan a través de Bluetooth, una especificación que permite transmitir datos y sonido. Asimismo, también se conectan a redes WiFi para poder navegar por la red. Esta conexión permite ponerse en contacto con dispositivos electrónicos de manera inalámbrica.
Las gafas se podrán conseguir a un precio de 1.000 euros, aproximadamente. Sin embargo, las Google Glass tienen que enfrentarse todavía a dos dificultades. La primera, el propio desarrollo técnico de las mismas. La segunda, el estigma social que causa el no estar acostumbrados a un nuevo dispositivo.
Al contrario que Apple, que es reacio a cualquier tipo de adelanto hasta el mismo día de la presentación de producto, la estrategia de Google es permitir a los desarrolladores que conozcan sus prototipos. De esta forma, tras sus investigaciones, podrán mejorar su producto con las diferentes apps que ellos creen. Seguramente, esta filosofía sea mejor que la de su competidor. De hecho, hace unos días la marca californiana adelantaba en valor comercial a la de Cupertino.
