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Del «quiero una cámara de fotos» al «quiero esta cámara de fotos» deberí­amos emplear un poco de tiempo en hacernos algunas preguntas. Y es que las cámaras de fotos son uno de los aparatos que compramos con menos referencias y nos dejamos guiar, a veces demasiado, por las ofertas y los vendedores.

Para evitar comprar lo que no queremos, lo que no necesitamos, o lo que está lejos de nuestras necesidades, en Tuexperto.com hemos preparado esta breve guí­a para acertar con el modelo y tipo de cámara que necesitamos sin gastarnos ni un euro de más. Siempre que sigamos estos pasos, claro.

1. Qué cámara de fotos necesito

No es lo mismo hacer fotos de las vacaciones en la playa que cubrir la guerra de Siria para Reuters. Antes de lanzarnos a por un modelo u otro tenemos que tener claro quienes somos y que vamos a hacer con la cámara nueva. Y para ello no hay nada mejor que echar un momento la vista atrás y ver lo que hemos hecho hasta ahora en el mundo de la fotografí­a. A no ser que acabemos de sacarnos un tí­tulo en imagen es muy posible que se parezca mucho a lo que vamos a hacer con la cámara nueva.

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2. Qué cámara de fotos quiero

Porque no todo va a ser racionalidad y frí­os planes de futuro. Si queremos una cámara en concreto, porque nos parece preciosa, muy práctica o simplemente porque nos da la gana, esta es una razón tan válida como cualquier otra. Las cámaras de fotos, especialmente las DSLR y en general las de gama alta, tienen mucho de objeto fetiche. Si queremos una réflex porque nos encantan, aunque no tengamos ni idea de lo que es un diafragma, quizá deberí­amos comprarla, siempre habrá tiempo de aprender.

3. Para qué voy a utilizar la cámara

Como en casi todo, no hay en general una cámara mejor que otra de una manera absoluta, sino cámaras diferentes que sirven para cosas diferentes y tienen precios diferentes. Por eso hay que tener muy claro que tipo de fotos solemos o nos gusta hacer y en qué ambientes. Si todas nuestras fotos son en exteriores, por mucha calidad que busquemos, no tiene demasiado sentido invertir un montón de dinero en objetivos superluminosos.

4. Qué conocimientos de fotografí­a tengo (y cuáles planeo tener)

Se pueden hacer fotos geniales sin tener ni idea de fotografí­a. Ayuda mucho tener una buena cámara y eso que está a medio camino entre la suerte y el instinto. Pero no está de más evaluar nuestros conocimientos de fotografí­a antes de sacar la billetera. Y es que si no sabemos que es un diafragma o la velocidad de obturación, ni planeamos aprender, no tiene mucho sentido apostar por una cámara cuyo principal atractivo sea los controles manuales. Hay muy buenas cámaras de fotos con modos automáticos que pensarán todas estas cosas por nosotros.

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5. Cuánto dinero me puedo gastar

A lo mejor deberí­a de ser el punto uno, pero lo ponemos el quinto para demostrar que no todo es dinero en esta vida. Si, hay cámaras diferentes para diferentes necesidades y lo mejor no siempre es lo más caro. Pero en general invertir dinero se nota y en este mundo, a partir de un determinado nivel, las etiquetas empiezan a tener un montón de ceros.

Si la cámara es un regalo para nosotros mismos o para alguien que no ha hecho más de 100 fotos en su vida, cuidado. Es muy fácil dejarse llevar por el entusiasmo, pero lo cierto es que para hacer fotos de la comunión de la sobrina valen casi todas las cámaras compactas, y no hay necesidad de invertir el sueldo de dos meses en un teleobjetivo autoestabilizado e hiperluminoso.

6. Cuánto dinero me podré gastar en el futuro

Las cámaras de fotos son caras, pero lo de los objetivos de calidad no tiene nombre. Si nuestra elección es una cámara de lentes intercambiables hay que echar un vistazo en profundidad al catálogo antes de comprar. Y es que si nos hacemos con una de estas máquinas tarde o temprano querremos más lentes, y hay que tener muy en cuenta las posibilidades y los precios de cada marca, que difieren muchí­simo de una a otra.

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7. ¿La marca que elijo es fiable a largo plazo?

Y hablamos aquí­ de dos cosas diferentes: el catálogo de lentes y accesorios y el servicio postventa. De lo primero ya hemos hablado un poco en el punto anterior, pero no sólo de precios va la cosa. Hay marcas que acaban de entrar en el mundo de las cámaras y los objetivos, y su catálogo de lentes y objetivos es francamente reducido. Por eso, al igual que en el punto anterior tenemos que fijarnos no sólo en el precio, sino en la variedad, y ya de paso en si hay otras marcas que fabriquen lentes y accesorios compatibles.

En lo del servicio postventa nos quedamos con el verso de la famosa canción: «sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas». Por muy conocida que sean algunas marcas, en ocasiones sus servicios de atención al cliente parecen sacados de una pelí­cula de los Monty Python, en el mal sentido. Internet y sus enormes foros y páginas de opiniones son nuestro mejor aliado. No hay que obcecarse con las malas opiniones, ya que por cada usuario contento que escribe una opinión hay 10 enfadados que se lanzan al teclado. Pero hay veces que la acumulación de cabreos, historias surrealistas y abusos de una determinada marca nos pueden dar una valiosa pista de lo que nos espera si nuestra cámara no sale perfecta de la fábrica.

8. Qué otros cacharros tengo por casa

Vivimos en la era de la comunicación, y los aparatos se comunican los unos con los otros y hacen cosas muy divertidas. Cada vez más cámaras de fotos cuentan con conexiones WiFi o similares que permiten instalar aplicaciones y controlarlas con el móvil, tableta etc.

Pero es bien sabido que a veces las marcas de tecnologí­a no se llevan bien entre ellas, y hacen los posible para que los equipos no se entiendan con los de las otras marcas o simplemente se entiendan mucho mejor con las de su propia casa. Por eso conviene echar un vistazo a los cacharros que ya tenemos y ver si son compatibles con todas esas cosas fantásticas que nos dicen que puede hacer la cámara nueva.

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9. Qué voy a hacer con las fotos cuando llegue a casa

La edición fotográfica (el photoshop y similares, para entendernos) son para algunos la mitad del mundo de la foto a dí­a de hoy. Antes de decidir qué cámara vamos a adquirir, tenemos que tener en cuenta si vamos a utilizar estas herramientas o no. Y es que para que en photoshop se puedan hacer maravillas, ayuda mucho que la foto llegue en una determinadas condiciones que determina la cámara.

Hablamos principalmente de formatos de imagen, o más bien de la ausencia de ellos. Es lo que se conoce como RAW, que vienen a ser archivos de imagen enormes, sin ningún tipo de formato, que recogen toda la información que sale del sensor de la cámara. Son fundamentales para trabajar con cualquier programa de edición gráfica, pero no todas las cámaras de fotos los generan.Por eso es muy importante tener en cuenta cuáles son nuestras necesidades o intenciones en este campo antes de elegir una cámara.

10. ¿Quiero hacer fotos o también me interesan los ví­deos?

El ví­deo es la verdadera revolución de los últimos años. Hemos pasado de ver imágenes en movimiento en el cine o la tele a hacerlo en todas partes, en todos los dispositivos y a todas horas. Y si antes necesitábamos una enorme cámara para generar un archivo de pobre calidad, ahora hasta podemos hacer una pelí­cula con nuestro móvil.

Hay cámaras de fotos que permiten grabar ví­deo con una gran calidad, pero es fácil patinar en este punto. Y es que «alta resolución» no significa necesariamente «buena calidad». El hecho de que una cámara de fotos pueda grabar ví­deos en FullHD no significa que lo vaya a hacer bien. Hay muchas más cosas en las que fijarse, como los formatos, el foco automático, la compresión, los balances de blancos etc. Estas cosas empiezan a costar más dinero, pero pueden ser una gran inversión si realmente estamos interesados en grabar mucho y bien.

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