El premio del prestigioso World Press Photo 2013 acaba de ser fallado. La espectacular imagen ganadora ha sido capturada por John Stanmeyer, miembro fundador de la agencia de fotos VII y fotógrafo, por varios años, de National Geographic. La instantánea muestra a un grupo de inmigrantes africanos sosteniendo sus teléfonos en el aire, hacia la luna, en busca de señal de cobertura. La captura se sitúa en Somalia, a orillas de Djibouti, lugar de parada común para los inmigrantes de Somalia, Etiopía y Eritrea en su camino hacia Europa y Medio Oriente, en busca de una vida mejor. Y describe, Stanmeyer, esa señal del móvil es una de las pocas posibilidades que tienen estas personas de hablar con sus familiares mientras emprenden el camino más duro. El de un viaje incierto que no siempre termina bien. Y sino que se lo pregunten a los familiares de los 14 inmigrantes muertos en Ceuta, tras ser golpeados por la guardia civil española con pelotas de goma. La fotografía de John Stanmeyer retrata ocho historias, pero narra a su vez un drama que afecta a miles y miles de personas que solo tienen un propósito: sobrevivir.
Jillian Edelstein, miembro del jurado del World Press Photo, ha explicado que la fotografía ganadora es una imagen que está conectada a muchas historias y que abre mil discusiones sobre temas tan importantes como la immigración, la pobreza, la desesperación, la alienación, la humanidad, la tecnología o la globalización… Justifica el voto del jurado indicando que se trata de una imagen muy sofisticada, pero tremendamente sutil y poética para explicar muchísimos temas absolutamente candentes, pero también universales y eternos…
En los últimos años, John Stanmeyer ha trabajado casi de manera exclusiva para National Geographic, aunque entre 1998 y 2008 fue fotógrafo de la revista Time durante la guerra en Afganistán, la lucha por la independencia de Timor Oriental o la caída de Suharto en Indonesia, entre otras muchas noticias de alcance mundial. De hecho, sus imágenes fueron portada de Time en más de 18 ocasiones.
La World Press Photo de 2012 generó un poco más de controversia. Se trataba, como puedes ver en la imagen superior, de un cortejo fúnebre en Gaza, capturado por el fotógrafo Paul Hansen. La fotografía describe una dolorosa escena en la que aparecen Suhaib Hijazi, de dos años, y su hermano Muhammad, de 3 años, muertos tras un ataque aéreo israelí. Su padre también resultó muerto y su madre, ingresada en cuidados intensivos. Los hermanos de Fouad transportan a los cadáveres a la mezquita para su funeral.
Y aunque la fotografía de John Stanmeyer es verdaderamente impresionante, la organización de World Press Photo ofrece una extensa galería con todas las imágenes que se han presentado a la selección. En total, puedes navegar entre más de 98.000 instantáneas realizadas por 5.754 fotógrafos de 132 nacionalidades distintas. Visita la galería en la página oficial del World Press Photo.
No sé por qué siempre tienen que ganar fotografías con temas hirientes, muertos, guerras, terremotos, gente destrozada, muerta o a punto de morir devorada, no lo entiendo… A ver si algún día gana alguna fotografía que tenga que ver con la alegría, la felicidad contenida, la solidaridad humana…, no sé, algo más positivo, que esto no hace más que reafirmar a los medios en que las desgracias es lo que vende, y así nos va. Eso sí, cualitativamente, la fotografía es excepcional.