Android44-KitKat

No se puede considerar como extraño que, tras la salida de un nuevo software o actualización, se produzcan fallos de diversa í­ndole. De hecho, se ha convertido casi en algo habitual y, el nuevo Android KitKat no ha sido una excepción. Y es que hace apenas unos dí­as se anunciaba que los Nexus 4 tení­an disponible la actualización manual (para los que no quisieran esperar a la actualización por medio de OTA o lo que es lo mismo, Over The Air) de Android 4.4, más conocido como KitKat. Sin embargo, al poco de producirse la actualización, foros y comunidades han empezado a recibir diversas quejas de algunos usuarios reportando fallos en la actualización. Los problemas referidos no son siempre los mismos. En algunos casos se habla de problemas con la pantalla de bloqueo, en otros de un botón de inicio que no funciona, la marcación de números o de fallos en los ajustes rápidos. Aunque los errores detectados no son iguales ni han afectado a todos los usuarios, parece que sí­ tienen un punto en común donde podrí­a estar la raí­z del problema: la actualización por medio de OTA para pasar del pack Jelly Bean JWR66Y a KRT16S.

Entre las soluciones sugeridas por Google hasta que logre reparar definitivamente los fallos, está restaurar el teléfono a las condiciones de fábrica y volver a intentarlo después. Parece que a la segunda va la vencida, pero con el inconveniente de perder todas las apps instaladas previamente salvo que se tenga la precaución de hacer previamente una copia de seguridad de las mismas. Otra posibilidad apuntada es la de instalar un launcher emulando la interfaz de Android 4.4, lo que resulta más sencillo y menos engorroso que lo anterior. Una solución más: usar un ADB (Android Debug Bridge) y enviar el comando ‘adb shell am start- n com.google.android.setupwizard / .SetupWizardTestActivity‘.

Nexus-4

Volviendo al principio, lo novedoso acabará siendo que se lance una actualización y no de ningún problema. Sea del desarrollador que sea. También hace poco, los usuarios de iPhone que quisieron actualizarse a iOS 7 vieron cómo sus dispositivos se convertí­an en la puerta de entrada de graves problemas de seguridad como la posibilidad de saltarse fácilmente el bloqueo del terminal. Apple tuvo que sacar al poco tiempo una actualización para corregir ese fallo. El hardware tampoco se libra de los problemas de salida. Hoy mismo también se ha conocido que la recién estrenada Xbox One de Microsoft está dando fallos en el funcionamiento de su unidad lectora de disco.

Cada vez que ocurre algo así­, una de las primeras cuestiones que se ponen sobre la mesa es la conveniencia o no de ser uno de los primeros en actualizar o en comprar un nuevo, noví­simo, dispositivo. En cierto modo no faltan razones para seguir este consejo, salvo porque siempre alguien tiene que ser el primero y, en verdad, hasta que los usuarios no comienzan a dar uso real a los dispositivos, no se muestran las carencias de los mismos. ¿Podrí­an los fabricantes tardar un poco más en lanzar un producto e invertir un poco más en probarlo del derecho y del revés para sacarlo lo más acabado y seguro posible? Podrí­an. Pero tal y como se mueven las exigencias de competencia entre las distintas compañí­as por sacar las cosas antes que el otro y la siempre eficaz zanahoria de la novedad para el usuario, no parece que les compense hacerlo. A fin de cuentas, ¿qué mejor (y más barato) probador que nosotros?

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