Las actualizaciones de Android suelen ser el aspecto más engorroso y criticado de esta plataforma, algunos fabricantes tardan mucho en actualizar sus dispositivos porque tienen que integrar la interfaz propia de la marca y los usuarios terminan desesperándose más de una vez. Sin embargo, los retrasos pierden importancia ante otra situación más grave: la ausencia de actualizaciones. Poco a poco se va solucionando esta situación, pero todavía vemos smartphones relativamente nuevos que son retirados de las actualizaciones de Android para enfado de sus propietarios. Esto es lo que HTC acaba de hacer con su HTC One S, un móvil que fue presentado en el Mobile World Congress de 2012 y tan sólo lleva en el mercado quince meses.
La noticia, publicada por Engadget, ha cogido por sorpresa a los usuarios de este modelo que han hecho notar su enfado rápidamente. En un escueto comunicado la compañía ha confirmado que, en efecto, el HTC One S se quedará «congelado» en la versión Android 4.1.1 Jelly Bean y la entrega de la interfaz de usuario HTC Sense 4+. Ambas son versiones relativamente actuales, sin embargo el terminal no podrá tener ninguna novedad futura y eso es una muy mala noticia.
HTC no ha dado ninguna explicación acerca de los motivos por los que su HTC One S se ha caído de la lista de dispositivos actualizables. Normalmente los fabricantes suelen achacar la situación a que el dispositivo no tiene potencia suficiente para mover la nueva versión, pero este no es el caso. La compañía se ha limitado a decir que, aunque el terminal no se actualice más, los usuarios pueden estar «seguros de que han diseñado el HTC One S para ser optimizado con sus increíbles experiencias de cámara y sonido», signifique lo que signifique. La compañía no suele dejar en la estacada a sus usuarios y su política de actualizaciones, aunque no sea la mejor por los retrasos, suele apostar por dar soporte a sus productos.
Como decíamos, el HTC One S fue lanzado en febrero de 2012 durante la celebración del Mobile World Congress como parte de la gama One. El terminal cuenta con una pantalla de 4,3 pulgadas con resolución qHD (960 x 540 píxeles), una completa cámara de ocho megapíxeles con grabación de vídeos FullHD y procesador de doble núcleo a 1,5 gigahercios. El HTC One S es un móvil completo, que ofrece prestaciones bastante próximas a la gama alta y ya se ha quedado sin poder actualizarse. Las consecuencias de esta maniobra serán que no podrá contar con las novedades que vayan apareciendo en futuras versiones de Android o HTC Sense, la interfaz propia de la marca. Funciones como HTC BlinkFeed o HTC Zoe, ambas lanzadas con el HTC One y la interfaz Sense 5, también quedarán fuera de su alcance. Como las vías oficiales no ofrecen ninguna solución, muchos usuarios optarán por buscar la forma de hacer root a sus HTC One S para poder instalar Roms no oficiales que les permitan estar más al día.
Me acabo de levantar y ver esta noticia no sienta bien… Jaja yo tengo un one s:(
Lo siento Jose, vaya «buenos días» te has llevado…
Un saludo!