Rara es la semana en la que no se produce, al menos, una noticia relacionada con el iPhone 5 y, claro, esta última de junio, en la que además se cierra el segundo trimestre del año, no iba a ser una excepción. Y es que, según el analista Peter Misek, Apple podría fabricar menos iPhones durante el resto de 2013. En su previsión, afirma que, con respecto a las unidades producidas durante los dos primeros trimestres del año, se podría llegar a producir un descenso de hasta el 30%. Concretamente, las estimaciones del consultor del grupo Jefferies, plantean unas ventas de entre 25 y 30 millones de iPhones para el tercer trimestre del año (el precedente es de entre 40 y 45 millones). Para el cuarto (que suele ser el mejor del año, por incluir la Navidad), calcula unas ventas de 50 millones, diez por debajo de lo ocurrido en el anterior ejercicio. Pese a que las cifras siguen siendo bastante altas, suponen un descenso llamativo desde el año pasado.
Los datos en los que se sostiene Misek están, principalmente, relacionados con el stock de terminales que tienen los operadores. No es ningún secreto que el iPhone es uno de los productos más empleados por los principales operadores de telefonía móvil para atraer a nuevos clientes, ya sea en forma de ofertas especiales o de financiaciones a medida. Así, parece ser que en este momento tendrían sus almacenes «llenos» de teléfonos de Apple, lo que probablemente se traduzca en que durante los próximos meses adquieran bastantes menos. Parece ser, siempre según el informe de de Jefferies, que se da una circunstancia bastante similar con el Samsung Galaxy S3. Por otra parte, también habla sobre empresas que suministran componentes del iPhone, y de que habrían visto bajar las peticiones de producto de Apple.
La teoría del stock acumulado por los operadores tiene sentido pero, claro, no es la única. Las otras dos que circulan con más fuerza por Internet son, sencillamente, que Apple es incapaz de mantener el ritmo de ventas, algo que comprometería su posición en el mercado, o justo lo contrario. Sí, lo contrario puede ser que, en septiembre (o tal vez octubre), las previsiones de un iPhone barato, otro de colores, uno de nueva generación, etcétera, se conviertan en realidad. En tal caso, si Apple ya se está preparando para un nuevo lanzamiento, tendría todo el sentido del mundo que, previamente, disminuyeran el ritmo de producción actual.
Sea como fuere, la noticia no ha sentado demasiado bien en Wall Street, que ha visto como los títulos de Apple han descendido, por primera vez desde hace bastante tiempo, la barrera psicológica de los 400 dólares. Lejos parecen ya los tiempos en los que las acciones del gigante de la manzana se cambiaban por encima de los 700 dólares, pero aún no ha pasado un año desde entonces. Sea como fuere, está claro que Apple debe dar un golpe de efecto, y debe darlo pronto, antes de que termine el año. Su ventaja es que están acostumbrados a hacerlo, así que habrá que esperar a ver si son capaces de sorprendernos… y con qué en esta ocasión.
