Desafortunadamente, los ordenadores portátiles se pierden o los acaban robando. Un traslado o un despiste en un bar o en la estación son suficientes. No sólo es la pérdida económica del valor del equipo. Lo malo es que esas máquinas guardan archivos con datos personales y ficheros del trabajo. Si la desgracia sucede, al menos se trata de dificultar al máximo que cualquiera pueda acceder a toda esa información almacenada. Por eso conviene cifrar los datos del portátil y protegerlos con una contraseña. Los robos y los extravíos no son los únicos riesgos a los que están expuestos los datos dentro de un portátil. Basta con viajar al extranjero en avión para que el equipo pueda verse sometido a un registro por parte de los policías del aeropuerto. Por eso, es aconsejable llevar un ordenador que contenga el mínimo posible de archivos privados. Para mantenerlos a buen recaudo, es mejor tenerlos separados en una llave USB o en una memoria SD.
Existe la opción de cifrar completamente el disco duro del ordenador. De hecho, esa es la solución habitual en los equipos corporativos. Los usuarios particulares tienen a su disposición herramientas como TrueCrypt, que es gratuita. Crea un disco virtual cifrado, pero que no es fácil de utilizar. Además, si se olvida la contraseña, ya no hay modo de recuperar los datos. De todos modos, el cifrado completo del disco no es la panacea, porque no protege los datos si el robo o el extravío se produce después de haber introducido la contraseña, mientras el usuario está utilizando el portátil sentado en un café, por ejemplo. En cambio, es posible cifrar carpetas y ficheros específicos, o usar una llave USB cifrada.
– Precauciones previas
La primera barrera es proteger el ordenador con una contraseña, no sólo para arrancarlo, sino también cuando entra en el modo de suspensión. Sobre todo porque, con los portátiles es muy habitual no molestarse en apagarlo, ni en cerrar sesión, ya que asta con cerrar la tapa de la máquina para que se quede en suspensión. Otra costumbre muy saludable es configurar el navegador web para que nunca guarde las contraseñas. Así se evitar que cualquiera que tenga en sus manos el portátil pueda acceder a las cuentas de las redes sociales, las suscripciones, las tiendas y otros servicios en línea.
– Cifrado de carpetas o archivos concretos
Existen diversas herramientas para cifrar archivos o carpetas específicas del ordenador. Funcionan de una manera similar a un programa para comprimir ficheros en formato ZIP, por ejemplo. Es el caso de AxCrypt, que está en castellano y es para Windows. O el de Sophos Free Encryption, que funciona con Windows 8, 7, Vista, 2000 y XP.
– Sistema antirrobo
Hay utilidades freeware que sirven para rastrear el ordenador portátil si se pierde o lo roban. Una de las más populares es Prey. Permite proteger los datos con contraseña y borrarlas contraseñas de forma remota. Para facilitar que el ladrón use la máquina, es necesario configurar una cuenta de invitado con funciones limitadas.
