¿Cuánto pagarías, tú o tu empresa, por enviar mensajes publicitarios a personas que no se han mostrado nunca interesados por ti o por tu producto? Pues bien, el precio mínimo de este servicio – ampliamente cuestionado – es de 100 dólares, unos 75 euros al cambio actual. Este es el precio que pone Facebook a la privacidad e intimidad de los usuarios. El medio The Verge ha sido uno de los informadores de este primer período de pruebas en el que está empezando a trabajar la red social de Mark Zuckerberg. Según parece, algunos usuarios de Facebook que han intentado enviar mensajes a extraños han recibido un mensaje – a través de un popup inesperado – que pide al usuario abonar la nada desdeñable cantidad de 100 dólares por entregar el mensaje – sea como sea – a un destinatario que no está dentro de nuestra red de contactos. Por lo visto, Facebook ya está empezando a testar la operación para aplicarla, si sale bien, de manera generalizada…
La notificación (que puedes ver en la imagen superior, gentileza de The Verge) informa al usuario de que no está conectado con esa persona en Facebook, de modo que el mensaje que enviaras se filtraría a otra bandeja de entrada. El usuario se mete entonces en una encrucijada. La primera opción es la que permite insertar el mensaje en la bandeja de mensajes del usuario. La segunda es la que funcionaría a través de un procedimiento normal y permitiría a los remitentes dejar caer el mensaje en otra carpeta que nada tiene que ver con el buzón principal que el usuario maneja en Facebook. El remitente tiene, además, la opción de incluir archivos adjuntos y fotografías en el envío, a cambio – por supuesto – de los 100 dólares que ya te habíamos indicado en un principio. Los resultados de esta prueba, todo hay que decirlo, no están siendo los esperados. La gran mayoría de usuarios que se ha encontrado con el curioso popup ha hecho caso omiso a la recomendación de pago. Facebook, por su parte, dice que está estudiando la manera de controlar el spam. Al parecer, la firma ha estipulado un precio alto para ver si son muchos los que pican y si el sistema de filtrado es tan válido como pensaban.
De hecho, el sistema tan solo permite un mensaje de pago a la semana. Esta característica permitiría un mayor control en el envío de este tipo de mensajes. El problema está en que los usuarios no tienen – en absoluto – la capacidad de controlar el aterrizaje de este tipo de mensajes pagados a su bandeja de entrada.
Con este proyecto experimental, Facebook también ha querido modificar los filtros que regulan la recepción de mensajes en la bandeja de entrada de usuario. A partir de ahora, los integrantes de Facebook podrán modificar quién puede enviar mensajes de Facebook al usuario. Por un lado, podremos elegir Amigos de mis Amigos y por otro, solo Amigos. La primera opción es más laxa. La segunda evita que cualquier usuario registrado en la red social, ajeno a nuestro círculo de amistades, pueda decirnos algo. Lamentablemente, con el nuevo sistema de envío de mensajes de pago, los usuarios que hasta ahora habían conseguido proteger al máximo sus interacciones ya no podrán hacerlo: nadie estará exento de recibir los denominados mensajes pagados.