Los televisores conectados inteligentes tienen un aspecto muy parecido a los televisores convencionales. Sin embargo, están repletos de sorpresas. Ofrecen muchas prestaciones que muchos usuarios desconocen. Precisamente su capacidad de conectarse a redes domésticas y a Internet los convierte en fuentes inagotables de entretenimiento. Sirven para reproducir en streaming contenidos multimedia almacenados en un ordenador o en un disco duro conectado en red, como pueden ser las fotos de las vacaciones o los vídeos del último cumpleaños. La gran mayoría de los modelos actuales cuentan con conectividad Wi-Fi integrada, por lo que no importa en qué habitación esté el ordenador donde están las series favoritas.
Estos televisores conectados además salen de fábrica con su propio sistema operativo y un navegador web preinstalado, por lo que permiten visitar sitios web utilizando el mando a distancia de la tele. Y no hace falta tener un ordenador portátil o una tableta cerca para estar informado. Es posible leer la prensa y las revistas en línea directamente en la pantalla del salón. Asimismo, pueden acceder a las emisoras de radio por Internet y a servicios de música en streaming. Igualmente, son capaces de reproducir los vídeos de Internet de servicios como YouTube. Estos televisores Smart TV además cuentan con diversas aplicaciones preinstaladas. Son habituales las que abren la puerta a redes sociales como Facebook y Twitter, e incluso LinkedIn. De esa forma, el usuario puede actualizar su perfil directamente desde el televisor, e incluso compartir fotos y vídeos en sus cuentas de esas redes sociales. El álbum en línea Flickr es otra de las aplicaciones habituales.
El acceso a servicios de mapas como los de Google también es muy común; una característica interesante de cara a preparar las vacaciones y las escapadas de fin de semana. Una de las grandes virtudes de los televisores conectados inteligentes es la posibilidad de añadir nuevas aplicaciones; el usuario sólo tiene que descargarlas e instalarlas en el aparato. Por otro lado, con el mando del televisor, el usuario puede realizar compras por Internet y acceder a diversos servicios de banca electrónica. Definitivamente, los televisores Smart TV valen para mucho más que ver programas de televisión o practicar juegos con la consola. Permiten participar en partidas de videojuegos en línea. Si el televisor integra una webcam con micrófono, o si el usuario le conecta una, también es posible realizar videollamadas con amigos y familiares a través de Skype.
Los fabricantes de esta categoría de televisores mantienen sus propias plataformas de contenidos en línea. Allí suelen reunir diversos servicios, como pueden ser los vídeos bajo demanda (películas, series de televisión y documentales), o la música en streaming. Otra sección habitual es la destinada a diversos canales de televisión (en directo o bajo demanda), normalmente pertenecientes a géneros especializados, como pueden ser la cocina, los deportes o la información financiera.