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El popular buscador de Internet parece que se ha hecho adicto a la polémica. Con constantes dudas sobre la privacidad de los usuarios y el manejo de sus datos personales, los de Mountain View empiezan a ofrecer un servicio bastante polémico. Es sólo una prueba, y sólo accederán los usuarios que lo soliciten, pero la idea es peligrosa.

El servicio de conoce como Gmail resoults, y permite personalizar la búsqueda en Google con los datos que se extraigan del correo electrónico. Es decir, al buscar un término en Internet, aparecerí­an también las referencias a este que hubiera en nuestro buzón de correo.

Puede parecer inofensivo, pero imagine esta situación. Un compañero de trabajo le pide que busque en Google un término, por ejemplo «vuelos a Londres», refiriéndose a un posible viaje de trabajo. En la pantalla aparecerí­an los resultados de las compañí­as aéreas correspondientes, pero puede que también se dejaran ver otras cosas. En el peor de los casos, podrí­a aparecer la oferta que le hizo una empresa rival para trabajar en Londres, que se encontraba en su correo electrónico. Seguro que todos somos capaces de imaginar situaciones parecidas.

Pero esta no es la única cuestión que surge. También existe una fundada preocupación por la cantidad de datos que Google puede llegar a almacenar sobre nosotros. No sólo asusta pensar que una empresa sepa casi cualquier cosa sobre nuestras vidas, sino que tampoco tenemos la certeza de que estos datos no puedan llegar, al menos indirectamente, a manos ajenas.

El servicio se presenta de una manera similar a las búsquedas habituales. En una columna a la izquierda aparecen los resultados de la búsqueda normal, mientras que en la parte derecha verí­amos los correspondientes a nuestro correo electrónico. Todo con la simplicidad a la que acostumbra Google.

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Desde la compañí­a afirman que este servicio ayuda a poner la información «en la punta de los dedos» del usuario. Afirman que muchas veces, el resultado que estamos buscando no tiene por que encontrarse en la parte pública de la red, sino más bien entre nuestros propios archivos y documentos.

Lo que empezó siendo una cuenta de correo electrónico, ahora se ha convertido en mucho más. Tener una cuenta de Google se puede utilizar para acceder a servicios de almacenamiento en la nube, a través de Google Drive, personalizar nuestro canal de Youtube, comprar aplicaciones, actualizar blogs o acceder a una red social: Google +.

El servicio sólo está disponible para los usuarios que tengan la cuenta configurada en inglés, al menos de momento. Además, como señalábamos, hay que solicitar voluntariamente ingresar en él. Al tratarse de una prueba, la compañí­a sólo va a conceder un millón de solicitudes, para el total de 425 millones de cuentas activas de Gmail. Si está interesado en que Google rastree entre su correo, se puede solicitar el alta en este enlace.

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