EOS M

Es el formato de moda en cámaras digitales. Se llama micro cuatro tercios, y consiste básicamente en calcar las caracterí­sticas de una cámara réflex en una compacta. Se elimina el espejo y se mantiene el tamaño de sensor. Además, los objetivos son intercambiables. Un pequeño juguete de alta calidad técnica.

Canon es sin duda una de las marcas de referencia en el mundo de la fotografí­a. Hasta ahora, habí­a renegado de este formato de cámaras sin espejo. No en vano es uno de los mayores fabricantes de cámaras réflex, por lo que se entiende su reticencia a experimentar con nuevos formatos. Pero finalmente se han decidido a dar el paso y han presentado esta Canon EOS M.

La cámara tiene una gran calidad de construcción y caracterí­sticas. Cuenta con un sensor APS-C de 18,2 megapí­xeles. Es un sensor de cámara réflex, el que incluye en su gama de iniciación (Canon 650D). Como no podí­a ser de otra manera, la marca japonesa ha decidido que funcione con los mismos objetivos que sus cámaras avanzadas.

EOS M-5

Este puede ser un guiño a los fotógrafos tradicionales. Por sus prestaciones y su precio, esta cámara no está pensada para el aficionado principiante. Los controles manuales y los objetivos intercambiables pretenden captar la atención de dos públicos. Por una parte, es ideal para el aficionado que está buscando una cámara avanzada pero no le gusta la idea de llevar una voluminosa cámara réflex. Por otra, también quiere seducir al fotógrafo que ya tiene una réflex de Canon, y ahora puede utilizar su gama de objetivos en una segunda cámara más liviana.

Otro de los detalles de gama alta es la inclusión del formato RAW. Este es fundamental para el retoque fotográfico. El RAW es en realidad una archivo que engloba toda la información que sale del sensor, sin pasar por el procesador de imagen. Es una archivo bastante grande, pero sin él retocar una imagen se hace muy difí­cil. Tampoco decepciona con la grabación de ví­deo. Es capaz de capturar en Full HD (1920 x 1080 pí­xeles) a 50 cuadros por segundo. Este valor es más que suficiente para que la grabación resulte natural.

EOS M

Puede parecer que la cámara busca un perfil muy profesional, pero tiene varios guiños al aficionado. Casi todo el manejo de la cámara se lleva a cabo a través de una pantalla táctil de tres pulgadas. El funcionamiento parece muy sencillo, pero las pantallas táctiles no agradan a todos los fotógrafos, es una cuestión de gustos.

La Canon EOS M no cuenta con flash integrado, pero desde Canon han querido tranquilizar a los usuarios en este aspecto. Todos los kits que se vendan en nuestro paí­s incluirán en flash Speedlite 90EX. Este flash, valorado en 140 euros, ofrece algunas posibilidades más que el integrado en la carcasa. Da mucho más juegos de efectos, y se puede utilizar lejos de la cámara para crear imágenes artí­sticas.

Tenemos que tener claro que esta no es una simple cámara compacta, como demuestra por sus caracterí­sticas y en su precio. La opción más lógica, que incluye un objetivo 18-55 mm. y el flash tendrá un precio de 850 euros. Habrá una opción algo más barata, aunque no sabemos su precio exacto, que llevara un objetivo fijo de 24 mm.

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