Los de Pioneer han hecho un buen trabajo con esta pareja de pequeños altavoces de estantería que tienen unas medidas de 135 por 230 por 200 milímetros, y un peso ligeramente inferior a los tres kilos. El frontal está acabado en color negro satinado muy elegante, mientras que la caja está terminada en madera barnizada. Se pueden utilizar con y sin rejilla, ya que ésta es transparente desde un punto de vista acústico. En la construcción de estos altavoces se han empleado diversos materiales. Por un lado, DMF de bastante grosor para conseguir aislamiento frente a las frecuencias exteriores. También se utiliza madera real para uniformizar la respuesta de frecuencias.
En la parte trasera se encuentra el puerto de graves, y dos bornas chapadas en oro que aseguran la mejor conexión posible. Esos conectores también se pueden usar con clavijas de tipo banana, basta con quitar los taponcillos en plástico rojo y negro. El diseñador de electrónicas Andrew Jones ha dedicado muchísimas horas al diseño del filtro de cruce. Incorpora condensadores de altísima calidad. Se ha decantado por un diseño de dos vías, porque aporta una mayor flexibilidad a la hora de lograr el mejor sonido. De esta manera, el altavoz de medios-graves es un cono woofer con membranas de largo recorrido y que tiene 135 mm de diámetro. Además ofrece una respuesta muy rápida, lo que agiliza el sonido.
A su vez, el tweeter de 100 mm incorpora una cúpula de 20 mm que garantiza la direccionalidad de sonido. Estos dos conos de altavoz trabajan en perfecta afinación uno con otro, para ofrecer un sonido que sirve lo mismo para la música clásica que para los estilos más modernos. Las especificaciones son realmente buenas. El cono de agudos empieza a trabajar en los 45 Hz, de manera que la respuesta de frecuencias acaba en los 40.000 Hz. Dan una presión de sonido de 81 dB y una potencia máxima de 100 W en cada altavoz, que no está nada mal.
Es potencia más que suficiente para una habitación de tamaño medio aunque puede que algunos usuarios exigentes noten una ligera caída en los graves. Su tamaño y su peso, así como la forma en que están construidos, permite colocarlos sobre una mesilla o una estantería, e incluso montarlos sobre la pared. Desde allí van a ofrecer el mejor sonido imaginable, aunque hay que recordar que es necesario dejar algo de aire detrás para que se desarrolle plenamente el sonido procedente del puerto de graves, situado en la trasera. Estas unidades están preparadas para trabajar con sonido de alta resolución.
Dada su potencia, su peso y sus características, este tipo de altavoces están recomendados para usuarios a los que apetece escuchar música con buen sonido procedente del ordenador o de una minicadena, pero también de un pequeño amplificador. Esta pareja va a dar siempre la talla en salas medianas o pequeñas, donde mejor desarrollo se va a obtener de los graves. El precio de venta al público de los Pioneer S-CN301 asciende a 300 euros la pareja.
