Caí­da de Flickr

Mucho tiempo llevamos hablando de cómo Yahoo se está precipitando a pasos agigantados hacia su propia destrucción. La última noticia ha estado en la renuncia de su CEO Scott Thompson, por el escándalo que supuso la presencia de un tí­tulo universitario en su curriculum que el ejecutivo nunca cursó. Pero no solo eso. Gran parte de la culpa de la marcha actual de Yahoo se puede encontrar en el modo en el que la compañí­a ha tratado a algunas de sus herramientas más prometedoras, como es el caso de Flickr. Te traemos la historia del auge y caí­da de la prometedora red social de fotográfia.

Dicha historia se puede encontrar de manera extensa en un artí­culo de Gizmodo en el que nos hemos inspirado para llevar a cabo este escrito, y que merece la pena leer con tranquilidad si tienes interés en este tema (eso sí­, son unas once páginas en Word y está en inglés). Flickr surgió, curiosamente, como una capacidad integrada dentro de otro servicio. En poco tiempo, los responsables de esta creación se dieron cuenta del potencial de Flickr y la separaron para crear la red social más prometedora hace algo más de un lustro.

Yahoo compra a Flickr

Yahoo, que en aquel momento estaba inmerso en una batalla con Google por el mundo de las búsquedas, decidió comprar a Flickr en marzo del 2005. Por aquel entonces todaví­a no eran conscientes de las capacidades sociales que tení­a la red de fotografí­a (de hecho, tardaron mucho en darse cuenta). El mayor interés de Yahoo en Flickr estaba en su capacidad de identificar y relacionar las fotografí­as con los usuarios y etiquetarlas de modo que se puedan convertir en un elemento integrante de sus búsquedas. Es decir, como una gran base de datos de la que aprovecharse. No despertaba el mismo interés la comunidad que estaba detrás de las fotográfias, algo que se ha mostrado más tarde como un gran error. Sin ir más lejos, el último desplante a los usuarios de Flickr se produjo a principios de este año, cuando se decidió despedir a gran parte de la plantilla que formaba parte del soporte técnico de la red, uno de los puntos más destacados del sitio.

Pero en aquel entonces el primer paso, que se convirtió en un ataque directo para el futuro de la red, respondió a la propia idiosincrasia de la compañí­a de Internet. Nada más comprar Flickr, habí­a que integrarla dentro de todo el ecosistema de Yahoo. Este esfuerzo de integracción minimizó los recursos que se destinaban a la innovación dentro de la red, y eso provocó con el tiempo que se quedara atrás respecto a otros competidores (sobre todo Facebook, que le robó el puesto como lugar para compartir fotografí­as con conocidos y familiares).

Flickr

Además, en 2007 se tomó la decisión de que todos los usuarios de Flickr debí­an tener una cuenta de Yahoo para entrar. Ya no valí­an los datos de acceso antiguos para la red. Esta decisión trajo una primera oleada de usuarios nuevos a la red, es cierto, pero enfadó a los usuarios que llevaban un tiempo utilizando la red. Tiempo después Yahoo decidió acabar con esta necesidad, permitiendo a los usuarios entrar a la red con ID de Google o Microsoft. Pero ya era tarde, y desde los propios empleados de Flickr ha trascendido en muchas ocasiones su frustración por los pocos esfuerzos que se han llevado a cabo para llevar a buen puerto la red.

Podrí­amos decir que el último gran despropósito ha llegado en el campo móvil. Flickr contaba, antes incluso de la salida del iPhone, con una versión  móvil de la red en el navegador bastante avanzada. Pero llegó la fiebre de las apps y habí­a que estar ahí­ (una parte importante del flujo social en redes como Facebook o Twitter se produce hoy en dí­a a través de los dispositivos móviles). Flickr llegó tarde, y llegó mal. Su aplicación, que salió al mercado un año más tarde que la de iTunes, resultó ser un programa muy lento y poco práctico, con unas funciones más bien escasas. Y esa es una lacra con la que todaví­a debe vivir la red social, que no ha sabido remodelar su aplicación para hacerla competitiva.

Tampoco le ha ayudado en su esfuerzo de integración que se intentara manejar el servicio de atención al público de manera centralizada. Este es uno de los servicios que los propios empleados del equipo de Flickr consideran un punto clave de la red. A principios de 2012, Yahoo llevó a cabo el despido de un 12% de la la plantilla de Flickr, la mayorí­a de los cuales respondí­an a este servicio de asistencia técnica. El último golpe a una red social que se ha convertido en un gran dinosaurio a punto de extinguirse, ahogado por la competencia de Facebook y en los últimos tiempos de Instagram (otra startup que ha sido absorbida por un gigante como Facebook). A estas alturas, parece dí­ficil (por no decir imposible) que Flickr recupere sus dí­as de gloria. No al menos mientras siga bajo el liderazgo errante de Yahoo.

Foto: Alexander Kaiser

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