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El equipo de Google sabe el enorme valor que tienen los datos de navegación de los internautas a la hora de elaborar campañas, pero sobre todo cuando se trata de servir publicidad segmentada y dirigida, y por eso ha cambiado sus polí­ticas de privacidad que le permiten rastrear los comportamientos de la gente a través de todos los productos de la casa. Pero no le basta. Necesita información de lo que hacen los internautas en otros sitios, incluyendo los de competencia, y por eso va a  iniciar un proyecto llamado Screenwise, dedicado a la recolección de datos de navegación de internautas. Y como sabe que aquello de investigar qué hacen los ciudadanos en otras páginas está mal visto, hay quien incluso lo llama espionaje, ha decidido pagar por ello.

No es una gran cantidad. Quien decida participar en este programa, no se va a comprar un piso. Los datos son importantes pero con un valor económico reducido. El programa Screenwise recompensará a aquellos que se dejen echar un vistazo por encima del hombro con un cheque regalo de Amazon de cinco dólares en el momento de la firma, y un cheque extra de otros cinco dólares por cada tres meses que decidan mantenerse en el programa hasta un total de 25 dólares. La empresa no ha aclarado que recompensas esperan a aquellos que aguanten más de un año, pero sí­ ha afirmado que quienes se apunten, podrán borrarse en cualquier instante, sin rencores.

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El proyecto se llevará a cabo en colaboración con la firma de investigaciones de mercado Knowledge Networks, en cuya página tendrán lugar los trámites para apuntarse. Quienes quieran participar, deberán rellenar el formulario, tener más de 13 años, una cuenta en Google, y descargarse una pequeña extensión para Chrome, que será la que vigile sus movimientos de forma callada pero continua. Los datos recopilados no se podrán relacionar con los usuarios, que podrán mantener una cierta garantí­a de anonimato, aunque Google está dispuesta a compartir estos datos, suponemos que previo pago, con otras empresas e instituciones académicas.

Y hay una segunda fase del programa aunque sólo está destinada a aquellos que lleven un cierto tiempo participando en investigaciones de mercado con Knowledge Networks. Quienes sean invitados a participar en este segundo tipo de estudio, tendrán que instalar en su casa una especie de audí­metro, una pequeña caja negra conectada a la red local del usuario que hará las veces de router y de punto de acceso Wi-Fi, y que examinará la navegación del usuario desde todo tipo de dispositivos. Estará mejor pagado pero tampoco da para un Ferrari. Quienes instalen la caja negra recibirán 100 dólares sólo por apuntarse, y 20 más al mes durante un máximo de un año. Sólo hay 2500 cajitas negras disponibles, y sin invitación de la propia empresa no hay nada que hacer.

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