El próximo sistema operativo para dispositivos móviles que prepara Microsoft no goza del afecto de todos los fabricantes, y eso que todavía está en las fases iniciales de desarrollo. Para las compañías que ostentan un mayor peso en el mercado de la informática, Windows Phone 8 representa una excelente oportunidad de adentrarse o afianzarse en el mercado de los teléfonos móviles. Es el caso de empresas como HP, Acer o Dell, por ejemplo.
Por el contrario, los grandes fabricantes de smartphones probablemente vuelvan la espalda al sistema operativo para móviles de los de Redmond. En esta categoría se encuentran empresas como Samsung, HTC y LG que, aunque probablemente lancen algún teléfono móvil con Windows Phone 8, no van a apostar firmemente por la plataforma. Simplemente van a continuar con su estrategia de diversificación en cuanto a la selección de sistema operativo para productos.
La excepción es Nokia, que hace un año cerraba una alianza con Microsoft, por la que aparcaba Symbian para decantarse por Windows Phone. Las relaciones entre Microsoft y los fabricantes de teléfonos móviles no suelen ser muy fluidas; es uno de los motivos de que Windows Phone 7 no acabe de despegar. Tras el acuerdo Nokia-Microsoft, las suspicacias se han avivado, porque, al fin y al cabo, Nokia todavía sigue siendo el primer fabricante de teléfonos móviles a nivel mundial.
Según informa el medio digital taiwanés Digitimes, salvo Nokia, todos principales fabricantes de terminales móviles no van a comprometer ningún recurso para desarrollar smartphones con Windows Phone 8. Además, surgen dudas sobre la continuidad como socios de Microsoft por parte de HTC, Samsung y LG. De todos modos, la actualización de Windows Phone Tango está prevista para el segundo trimestre de 2012, y Windows Phone 8, alias Apollo, no llegará hasta finales de este año 2012.