La presentación de iBooks 2.0 y del programa de autoría gratuita de iBooks para Mac OS X ha recibido un montón de alabanzas, pero también las primeras críticas que lo ven como un peligro. No todo el mundo entiende por qué durante dos años Apple ha estado apoyando el estándar abierto ePub, para luego hacer lo que consideran como una jugarreta. Algunos expertos piensan que no es más que una versión actualizada de una vieja táctica empresarial, «únete, propágalo, liquidando». Otras empresas, por ejemplo la propia Microsoft, lo han practicado en diversas ocasiones.
Es bien sencillo, solo hay que incorporarse a una categoría de producto establecida y con una buena base de usuarios. A continuación, se introducen algunas mejoras propias que no puedan utilizar los demás, para ir desgastando a la competencia. Muchos expertos opinan que esta estrategia es especialmente efectiva cuando además ocupas un lugar preferente en algunos mercados relacionados. Es el caso del tablet iPad, que muchos usuarios utilizan para leer libros. Durante mucho tiempo, el formato de referencia del reproductor iBooks era ePub, una decisión aplaudida por la mayoría.
En reiteradas ocasiones la compañía de la manzana ha expresado su firme apoyo al formato. Ahora introduce ciertos cambios y mejoras en el formato, pero que no están documentadas por el resto de los socios del consorcio que patrocina el formato, International Digital Publishing Forum. El formato resultante del uso de las nuevas herramientas de autoría de Apple no se va a poder leer en los demás programas y aplicaciones que sean compatibles con el formato ePub3, la versión más avanzada. De hecho, sólo se podrá leer en iBooks 2.0. En definitiva, la compañía ha creado un formato ePub propietario e incompatible.
Lo peor de todo es la licencia de usuario final del programa de autoría, que es gratuito, pero que exige que los libros creados con la herramienta sólo se vendan en la tienda de Apple. Esto, por cierto, introduce una forma nada sutil de censura porque cada uno de los libros que se venden en la tienda de la manzana, tiene que ser expresamente aprobado por la compañía. Y al estar hecho en un formato propietario, si ellos no lo aprueban, te lo comes con patatas o te ves obligado a rehacerlo de nuevo en otro formato. Los nuevos libros de Apple sólo se pueden reproducir en el reproductor iBooks 2.0, en el iPad, y todavía no está claro si los teléfonos de la manzana.
Aún más preocupante, es la forma en la que Apple está vendiendo el invento, como un gran beneficio para alumnos, profesores, y educadores. Es una plataforma de enseñanza, sí, multimedia, sí, pero con contenidos que tienen que ser previamente aprobados por una compañía privada, o simplemente no saldrán al mercado. El control sobre lo que se publica en el mercado educativo y lo que no, lo que se vende y lo que no, podría pasar de las manos de los educadores a las de una sola empresa, al menos en Estados Unidos. Para los editores también es una pesadilla, porque significa que si quieren vender los libros para que se puedan vender la tienda de Apple, tendrán que crear una copia específica para el nuevo formato.
Por lo que se ve, Apple sigue complicando las cosas en cuestiones tecnológicas para su propio beneficio, como siempre lo ha venido haciendo en años recientes. Herencia del señor Jobs.
Tengo claro una cosa nunca comprare nada de Apple,he visto información de la gente que produce los dispositivos de vergí¼enza son unos explotadores sin escrúpulos, ellos ganan mucho y pagan miserias a los trabajadores explotando a menores de 13 años, sin importarles nada, ahora parece que les preocupa algo, porque la noticia a saltado. Como usuario tu decides con tu compra mantener empresas que explotan como en siglos pasados de esclavitud. Denunciemos los abusos en todas las redes sociales
Probablemente no entienden que esta propuesta no es para vender cualquier libro. Esta nueva generación de ebooks pretenden enriquecer la calidad de la literatura y la educación. Al que no le guste pues no compre artículos de Apple y listo.