Es una efemérides que la mayoría llevamos años esperando, el momento en que las ventas de música en formatos digitales de Internet superen a la venta de música en discos CD, y lógicamente al resto de los soportes. Este año por fin se ha producido. Al menos en los Estados Unidos. La fuente es un informe conjunto de Nielsen y Billboard. Afirma que la música en formatos digitales ha representado un poquito más del 50% de las ventas durante el año 2011. Esto representa una subida de casi el 9% con respecto al ejercicio anterior. Las ventas en soportes físicos como CD o vinilo han vuelto a caer, en esta ocasión en un 5%.
La gran estrella de la música en Internet este año ha sido Lady Gaga, pero no por sus ventas. Se convertido en la campeona de la música en streaming. Los internautas han oído sus canciones una y otra vez a través de servicios como Spotify y otros. Sin embargo la canción más escuchada en streaming no es suya. Es el “Super Bass” de Nicki Minaj. Los internautas han escuchado casi 85 millones de veces esta canción, y han visto el videoclip musical otros 71 millones de veces adicionales.
La joven británica Adele con su album “Adele 21” es quien más ha vendido tanto en soportes físicos como en las tiendas en línea, y la canción «Rolling in the Deep», que hemos escuchado en las emisoras de radio hasta el aburrimiento, es la más vendida con casi 6 millones de descargas en un año. Es interesante que haya tenido que llegar el disco de esta joven intérprete para que en los internautas vuelvan a plantearse el comprar discos completos. Y esto sólo significa una cosa. Cuando la música es buena, los internautas están dispuestos a comprarla, sea por canciones o por álbumes. Lo que no es de recibo es que pase lo de siempre, un álbum con una o dos canciones pasables y el resto insufrible.
Bien, este año las ventas de álbumes han subido algo más del 1% hasta totalizar 331 millones de descargas. El álbum de Adele acapara el solito unos 6 millones. Las Navidades han sido un momento dulce para la venta de música digital. Las ventas han ascendido en la última semana a 3.5 millones de descargas de pago. El trabajo intensivo durante años de sitios como Napster, Rhapsody o iTunes ha dado su fruto, y cada vez son más los internautas que prefieren comprar su música directamente en línea para oirla en el ordenador, en sus reproductores o en sus teléfonos. Los nuevos ejecutivos de la industria están encantados, sobre todo los de sellos pequeños, porque saben que Internet les abre un mercado global, y que donde hay un teléfono móvil hay un comprador potencial.
