El libro electrónico cada vez atrae a más personas. El lanzamiento de ciertos dispositivos está impulsando nuevos hábitos de lectura, como son los casos del Amazon Kindle en 2007 y del Apple iPad en 2010. Durante las Navidades pasadas, se vendieron 80.000 lectores de libros electrónicos (e-readers), y 75.000 tabletas en nuestro país, según datos de la empresa de investigación de mercados GFK.
Los e-readers proporcionan una experiencia similar a la lectura de un libro impreso. Pesan poco, y la autonomía de sus baterías se extiende durante varias semanas. Como usan tinta electrónica, resultan cómodos y no cansan la vista, aunque, por el momento, suelen trabajar en blanco y negro. Ahora bien, existen otros dispositivos no dedicados que también están ganando adeptos entre los aficionados a la lectura; son las tabletas. Sus pantallas LCD son en color y pueden mostrar vídeos; además ofrecen otras prestaciones como la navegación por Internet.
Las tabletas se están afianzando como una verdadera alternativa a la lectura en e-readers. En realidad, la proliferación de tabletas y smartphones va a reforzar el mercado de los libros digitales, de acuerdo con el informe TMT Trends de Deloitte, que además vaticina que el crecimiento de las tabletas será muy superior al de los reproductores de libros electrónicos. Para el año 2015, Deloitte estima que el uso de las tabletas serán el doble que el de los e-readers.
Durante 2011, las tabletas y los e-readers seguirá vendiéndose bien en nuestro país, de manera que, a finales de este año, los fabricantes habrán colocado entre 200.000 y 300.000 unidades de ambos productos, según previsiones del Observatorio de la Lectura y el Libro, en su reciente informe sobre «Situación actual y perspectivas del libro digital en España».
Murakami – 1Q84! (L)