En el campo de los ordenadores, las aplicaciones web ya están comenzando a sustituir a muchas aplicaciones nativas. Muy pronto, esta tendencia también va a extenderse al mundo de las aplicaciones para dispositivos móviles. Al fin y al cabo, la web permite distribuir y actualizar aplicaciones sin requerir la intervención del usuario de una manera mucho más fácil y rápida. Por eso, el World Wide Web Consortium (W3C) acaba de presentar una serie de recomendaciones para crear aplicaciones web móviles.
El objetivo es ayudar al desarrollo de aplicaciones web móviles ricas y dinámicas. Ese conjunto de consejos refleja las prácticas más relevantes, e incide en aquellas que facilitan una óptima experiencia para el usuario, a la vez que evita aquellas que resultan dañinas. Las recomendaciones van dirigidas a desarrolladores y a proveedores de contenidos, y permiten que los diseñadores de aplicaciones puedan programar una sola vez para múltiples entornos.
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