Las alarmas saltaron en Google cuando se habló de las supuestas especificaciones mínimas de Android 3.0 Gingerbread. Se decía que para que un móvil pudiese albergar el sistema operativo que los de Mountain View estrenarán en octubre, éste tenía que estar equipado con un GHz de procesador, 512 MegaBytes de memoria RAM y una pantalla de 3,5 pulgadas como mínimo. Pero según el fabricante, estas características son sólo algunas de las recomendaciones que Google sugiere a las compañías productoras de terminales que estén interesadas en alojar Android 3.0 Gingerbread.
De esta forma, se da al traste (al menos, en cierto modo) con la anticipación que la información podía suponer de la generación de móviles que estaría por llegar en el siguiente ejercicio. Una lástima, porque aquello de la pantalla con resolución de 1.280 x 760 píxeles pintaba muy bien de cara a la reproducción HD desde un potente teléfono móvil.
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