La semana pasada supimos que el iPad llegaba a España, así como los precios que tendrá según el país donde se comercialice. En Europa, a pesar de que pertenecemos a un mismo continente y formamos parte de la Unión Europea, existen diferentes importes en función de si resides en la Península Ibérica, en Reino Unido o en Francia, en Alemania o Italia. Los más perjudicados son los británicos y los germanos.
Desde Apple culpan a la legislación y a los impuestos establecidos en cada nación. Si hacemos caso a la justificación esgrimida recientemente por Steve Jobs, en España el coste de la tableta sería inferior al del resto de naciones porque no se aplica el canon digital. El iPad es considerado como un ordenador y, por tanto, está exento de dicha tasa. Sin embargo, no es menos cierto que en la compañía con sede en Cupertino podrían haberse tomado la molestia de calcular y ajustar los costes, de forma que no resultara en nuestro continente bastante más caro que en Estados Unidos, que es lo que sucede en la actualidad.
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