Todo el mundo esperaba esta sentencia con la respiración contenida. Bueno, todo el mundo menos los músicos de Pink Floyd que no acudieron al juicio, y eso que el alto tribunal londinense ha fallado a su favor en el litigio que mantienen con la multinacional británica EMI, y con Terra Firma, los actuales propietarios de la discográfica. Las canciones del grupo británico tendrán que venderse en lo sucesivo agrupadas por álbumes en las tiendas Internet. La cuestión de fondo es si una compañía discográfica puede o no hacer lo que le dé la gana con las obras de sus representados, incluso aunque por el camino les haga ganar mucho dinero, como es el caso con Pink Floyd.
Los músicos que siempre se habían negado a sacar sus canciones en formato single, comprobaron con estupor que su música se vendía en las tiendas electrónicas como iTunes, de canción en canción. De inmediato se pusieron en contacto con EMI, para comunicarles que según su contrato, la música del grupo debería venderse únicamente por álbumes completos. Además ellos en ningún momento habían dado el permiso de que los álbumes se desguazaran y se vendieran por canciones sueltas.
Los abogados de la discográfica argumentaban en el juicio que el contrato con el grupo es anterior a las descargas de Internet, y que la voluntad de vender la música sólo en álbumes completos, se podía aplicar únicamente al formato CD. Explicaban que cuando la palabra grabación (record) aparece en el contrato, se refiere al proceso físico que se lleva en el estudio, y no al producto resultante, con lo cual la integridad artística cesaría una vez los músicos abandonan la sala de mezclas.
Los abogados de Pink Floyd, por su parte, afirmaban que la cláusula que permite «preservar la integridad física de los álbumes” se refiere a la obra como vehículo de transmisión de ideas artísticas, y no a un simple proceso. El juez por el momento ha dado la razón a los músicos británicos. La multinacional tendrá que pagar 40.000 libras, unos 44.000 euros, en concepto de indemnización, pero esto no es más que una gota en el pleito mucho mayor que mantienen los músicos con su casa discográfica de toda la vida. Reclaman 10 millones de libras por royalties no satisfechos en su momento.
En cualquier caso, son muchos los músicos que se oponen a que sus discos se vendan en las redes como simples canciones, en parte porque se rompe la unidad ideológica del disco, pero además porque ganan mucho menos dinero. Intérpretes como Garth Brooks o ACDC han dejado bien claro en diversas ocasiones que sus discos deben venderse sin trocear. La sentencia indica que las canciones de Pink Floyd deben desaparecer de las tiendas en línea para ser sustituidas por álbumes completos, pero los representantes de EMI en una declaración oficial acaban de afirmar que la sentencia que les prohíbe vender la música del grupo por canciones separadas no les exige dejar de vender la música del grupo por canciones separadas.