De la mano de Yanko Design y el diseñador Meysam Movahedi nos llega este peculiar invento llamado Rambler Socket. La idea consiste en crear un nuevo estándar de enchufe eléctrico que incluya una bobina de cable de tres metros con la que suplir la falta de un cable alargador que es, junto con el ladrón, uno de esos chismes que nunca aparecen cuando los necesitas.
El mecanismo es muy similar al de los recogecables de las aspiradoras. Un resorte con forma de muelle permite tirar del cable hasta la extensión que necesitemos para después volverlo a plegar en la pared con un sistema automático. La idea no es mala, pero plantea algunas incógnitas. La primera es el tamaño del hueco que hay que dejar en la pared para tres metros de cable enrollado, que es muy superior al de cualquier enchufe doméstico actual.
Por otra parte, otros diseñadores han apuntado la posibilidad de que aumente el riesgo de incendio al tener un cable enrollado que hace las veces de bobina de inducción. El concepto podría llegar a ser algo tangible si el sector de fabricantes de equipos eléctricos se aviene a tanta novedad y la transmisión inalámbrica de electricidad no consigue desarrollar una aplicación comercial antes.
Vía: Dvice
Es un buen diseño para tener un alargador a mano pero eso sí solo se podria usar para alargado, estando enrollado el cable se calienta, se rompe e incluso le puedes pegar fuego.