¿Ya has pensado qué hacer con tu cuerpo una vez hayas pisado el otro mundo? Pues bien, aunque no quieras ponerte a ello, tienes que saber que siempre habrá empresas dedicadas a recordártelo. Una de las más extravagantes es la firma americana Cremation Solutions, inventora de las Personal Urns, unas urnas que sirven para guardar las cenizas, pero que no son todo lo corrientes que podríamos desear. Y es que están diseñadas a imagen y semejanza del fallecido en cuestión.
La urna tiene las mismas proporciones que la cabeza de una persona, aunque por el aspecto resultante del rostro, parezca que le hayan realizado una lobotomía. De hecho, el cráneo queda cortado en la parte superior como si le hubieran levantado la tapa de los sesos. Se supone que al abrirla, encontraremos las correspondientes cenizas del difunto. Por si la imagen causara demasiado impacto a sus allegados, Cremation Solutions también pone a disposición del comprador una gran variedad de pelucas para camuflar las marcas de la tapa.
Para encargar la fabricación basta con enviar una fotografía frontal de la persona cuyo fatal destino sea el de acabar dentro. En pocos días envían una muestra del resultado y después de confirmarlo, se procede a la fabricación para enviarla al cabo de dos semanas, aproximadamente. El precio de cada una de estas urnas es de 2.500 dólares, lo que serían unos 1.700 euros al cambio. Vale la pena mirar entre cualquiera de estos ataúdes de diseño y ver si encontramos algo más económico. Si es lo que tiene la muerte, que encima, es cara.
Vía: Gizmodo
Queda de impresión si se llena de helado y vas con ella y la cuchara a la mesa..las caras que pondrían todos!