Podríamos decir que es el más sociable de los robots que hemos visto hasta el momento. Ese es el objetivo del JAST Project, un proyecto que se está gestando en Europa. Para conseguirlo en el proyecto colaboran ingenieros en robótica y expertos en psicología y ciencias cognitivas. La idea es crear un robot capaz de anticiparse a las reacciones humanas, para que las personas puedan tener a su disposición un ayudante y colaborador de lujo. Y es que hasta el momento, solo hemos dado con robots preparados para recibir órdenes. La ciencia quiere ir un paso más allá.
La intención de este proyecto nos recuerda mucho a Paro, el robot foca-terapéutico. Un robot que interactúa con el hombre y es capaz de percibir sus estímulos. En este sentido, los científicos han dedicado gran parte de su labor a observar como funciona el sistema cognitivo humano para trasladarlo después a los mecanismos robóticos. Por lo visto, las neuronas del cerebro humano son capaces de reproducir una actividad cerebral después de haberla visto y registrado con anterioridad. La tarea está en clonar este mecanismo en un robot.
Los nuevos androides del JAST Project tendrían la capacidad de reproducir acciones y colaborar con su colega humano al observar su comportamiento. Esto es, identificar que está poniendo la mesa, por ejemplo, para ayudar a las personas a seguir con el mismo procedimiento. Además, los científicos quieren preparar al robot para que no cometa errores y consulte siempre al humano responsable (como si de su progenitor se tratara) sobre la validez de la acción que va a ejecutar.
Como pasa en estos casos, la idea es que el JAST Project contribuya a mejorar la calidad de vida de las personas, sobre todo la de aquellas que tienen dificultades para moverse o para realizar las tareas cotidianas.
Vía: Engadget
