“Nuestro primer trabajo es destruir los productos”. Con este eslogan se recibe a los periodistas que visitan la gran fábrica que tiene Panasonic en Kobe, una localidad japonesa cercana a Osaka. La afirmación es un poco mercadotécnica pero no deja de ser cierta. En la fábrica se somete a los PCs a toda clase de traumas para ver hasta dónde aguantan manteniendo sus funcionalidades. Y los resultados se aprecian en vídeos como éste.
Es un Panasonic Toughbook CF-F8, sometido a una caída desde 76 centímetros de altura durante la presentación mundial de toda la nueva gama Toughbook a la que asistimos en el Panasonic Center de Tokyo. El portátil del vídeo había recibido ya un par de porrazos, y seguía sin inmutarse. Eso sí, cada nueve o diez demostraciones se cambiaba el portátil. Una cosa es estar preparado para accidentes y otra ser absolutamente indestructible.
Claro que los cambios de los portátiles en las demostraciones también servían para ver en acción a todos los modelos presentados: los Toughbook CF-T8 y CF-W8. En el vídeo de arriba podéis observar una prueba de derrame de agua. El líquido es vertido directamente sobre el teclado, el cual está dotado de un sistema de drenaje para que ni una sola gota llegue a los componentes internos.
Y es cierto, los portátiles resisten éstos y otros malos tratos, como por ejemplo ser colocados durante unos minutos en entre dos láminas de acero, convenientemente apretadas para ejercer una presión de 100 kilos. Y nada, ni un rasguño en la carcasa ni en la pantalla. Como si aquí no hubiera pasado nada. Claro que esto es lo que se mostró en la presentación oficial de los nuevos modelos. En la fabrica de Kobe pudimos ver un modelo anterior, de diseño más grueso y tosco, expuesto a calamidades como las del siguiente vídeo.
Lógicamente, los modelos que usa Panasonic en estas demostraciones no llegan al mercado, sino que son destruidos, de ahí que la frase publicitaria que citábamos al principio sea bastante acertada. La firma insiste mucho en la fiabilidad de estos portátiles resistentes porque apenas están expuestos a fallos de terceros en la cadena de montaje. Presumen de realizar el 90% del proceso de manufacturación en sus propias fábricas.
El 10% restante lo ponen empresas como Intel, encargada de fabricar los chips tal y como sucede con todos los fabricantes del sector. Incluso las pantallas LCD, que en la inmensa de los portátiles que vemos en las tiendas son construidas por Sharp, salen directamente de una fábrica que comparten Panasonic y Toshiba en el país del sol naciente.
Una apuesta fuerte la que hace Panasonic con sus nuevos Toughbook: ser alguien en el mercado de portátiles para profesionales fueran de Japón, donde se mantiene como líder de ventas. Claro que cada mercado es distinto y tener ya cierto renombre en la materia es algo que cuenta, al menos en Europa. ¿Cuántas personas conoces que hayan visto en persona un portátil de Panasonic?
