Ellos los llaman «los televisores del futuro» y muy probablemente sea así. Estamos hablando de los modelos que ha presentado Samsung en IFA 2008 y que, en su mayoría, funcionan con tecnología OLED (Diodo de Luz Orgánico). Y es que cuando llegue el día en que los OLED sean eficientes del todo, por fin podremos disfrutar de una mayor resolución y diseños ultraligeros. Samsung también ha presentado los modelos que formarán parte de las series siete, ocho y nueve, en las que destacan pantallas finísimas y extra-grandes. Todo esto dentro de su exitosa línea Crystal-Design.
Entre las novedades más destacadas, se encuentran dos televisores que funcionan con tecnología OLED y que tienen 14,1 y 31 pulgadas. Llaman la atención por su extremada delgadez y una reducción de peso del 40%, respecto a otros televisores LCD. Los paneles OLED con los que están fabricados les atribuyen una calidad superior cuanto a resolución y a brillo. A pesar de esta tentadora novedad, Samsung ya ha anunciado que estos televisores no se pondrán a la venta hasta el año 2010.
Pero Samsung no se ha quedado corta. También ha presentado una tele LCD de 52 pulgadas con una pulgada de grosor, en línea con los televisores ultradelgados de Sony. Entre sus características, un ratio de contraste de 50.000:1. Estará disponible a partir de 2009.
Pero otra de las sorpresas ya lleva la consabida etiqueta de «la más grande del mundo». Un recurso publicitario que suele dar buenos resultados. En este caso se trata de una pantalla LCD de 82 pulgadas, de calidad cuatro veces superior a la de una tele corriente de alta definición. De los precios, todavía ni se ha hablado, aunque es de esperar que estarán por las nubes. O entre «los más caros del mundo». Por lo menos.