iPhone porno, el otro gran negocio

El iPhone presenta una de las pantallas más grandes dentro de los teléfonos móviles y, además, está muy enfocado a Internet. ¿Puede esto provocar que aumente el visionado de ví­deos en el móvil? Sin lugar a dudas. Lo hace la tercera parte de los usuarios del teléfono táctil de Apple, diez veces más que lo usual en cualquier otro teléfono, según la consultora Nielsen Mobile. Pero concretemos un poco más. ¿Qué pasa cuando el 75% de quienes tienen un iPhone son hombres? Una sóla palabra: porno.

Y no lo decimos por seguir ningún estereotipo, sino porque lo dicen los datos. No hay más que observar el crecimiento de la búsqueda «iPhone porn» registrado por la herramienta de estadí­sticas Google Trends desde que el citado teléfono llegó al mercado estadounidense en junio de 2007, y a tres paí­ses europeos en noviembre del mismo año. Significativo, ¿verdad? Devan Cypher, representante de la productora Sin City Entertainment, afirma que el iPhone «es de lejos el teléfono mejor adaptado para el porno», y cuenta ya con centenares de sitios especializados en dicha materí­a para dicho móvil.

Basta sólo con hacer una búsqueda en Google de la combinación mágica de palabras iPhone porn para descubrir que hay más de 5,5 millones de resultados. Pero si concretamos la búsqueda a la frase literal «iPhone porn» en ese mismo orden, los resultados tampoco son nada despreciables. Unas 70.000 páginas dedicadas al tema.

Sólo en Europa, el mercado del porno en el móvil movió 535 millones de euros durante 2007, una cifra que podrí­a aumentar hasta los 2.400 millones de euros en 2010. Igual de optimistas son las previsiones de Juniper, empresa estadounidense especializada en redes fijas y móviles: en todo el mundo, el año pasado el porno en el móvil supuso un negocio de 1.095 millones de euros, que se convertirián en 2.960 millones en 2012. Mucho dinero que repartir.

¿Tiene Apple algo en contra de esto? No, siempre y cuando no pueda acceder cualquiera a estos contenidos subidos de tono. De hecho, dentro de su tienda iTunes hay un apartado restringido a mayores de edad y dedicado exclusivamente a ví­deos para adultos. Pero la compañí­a de la manzana no permite que los programadores usen su kit de pago (SDK) para desarrollar aplicaciones pornográficas.

La eterna doble moral de Estados Unidos, un paí­s que se escandaliza porque a Janet Jackson se le vea una «tetilla» durante una actuación en la Super Bowl de fútbol americano, pero que al mismo tiempo posee una industria colosal dedicada a los contenidos para adultos. En cualquier caso, ahora habrá que ver cómo crecen este tipo de contenidos con el lanzamiento del nuevo iPhone 3G.

No sólo porque, al poder conectarse a las redes de pago de alta velocidad (HSDPA) vaya a navegar mucho más rápido que antes (y por lo tanto descargará los ví­deos mucho más rápido y navegará más ágilmente por toda las versiones X de YouTube). Es que además, durante los próximos meses irá llegando gradualmente a un total de 75 paí­ses.

Todo un negocio para unos. Y una preocupación para otros, ya que los menores de edad podrí­an tener un acceso más fácil a estos contenidos desde el teléfono. Para evitarlo, el iPhone no se libra de esos controles parentales, también presentes por ejemplo en la consola Xbox 360, para que los padres puedan vigilar y controlar el uso que le den sus hijos al teléfono táctil. Una idea, en cualquier caso, mucho mejor que gastarse una millonada en planes antiporno estatales que luego pueda «reventar» un menor de edad.

Ví¯a: Time