También podríamos haber titulado esta noticia como «una lámpara-Origami«, que queda más bonito referirse al arte japonés de la papiroflexia. Pero ambas exprexiones vienen a significar lo mismo: algo que se forma a partir de un papel doblado. El diseñador Thomas Hick ha pensado en aplicar esta técnica al diseño de lámparas, usando láminas de acero inoxidable de 0,8 mm de grosor.
Lógicamente, no es una lámpara en sí, sino un envoltorio dentro del cual meter una bombilla o alguna otra fuente de luz. La gracia del concepto está en que la lámina llevaría una serie de marcas rectas, a partir de las cuales la doblaríamos con nuestras manos para conseguir la figura final. No hay que seguir ningún orden concreto para hacer los pliegues, por lo que podríamos obtener varias formas personalizadas.
Y es que para conseguir una lámpara sorprendente no hace falta complicarse la vida con proyecciones, conexiones sin cables o sistemas de imanes, como pasa con la AudioTorch DS. Basta con lógica pura y dura y un poco de maña.
Vía: Yanko Design