Desde hace unos días ya no es posible reconocer a los transeúntes retratados en las fotografías de Street View, esa herramienta de Google que permite visualizar imágenes reales de las calles a través de Internet. La compañía utiliza una nueva tecnología de reconocimiento facial que permite detectar los rostros que aparecen en las fotos y aplicarles un filtro borroso para que no sean reconocidos. Una decisión salomónica adoptada ante las presiones y las críticas que estaban recibiendo desde diversos sectores.
Vayamos por partes. Street View es una utilidad integrada en la aplicación Google Maps. Gracias a ella, las consultas de los usuarios no están limitadas exclusivamente a una imagen aérea tomada por satélite. Unos vehículos se encargan de tomar fotografías de los lugares a pie de calle para insertarlas en los mapas. De esta forma puedes hacerte una idea más concreta de cómo es la zona que has consultado, ya que también se puede navegar por ellas como en una visita virtual en 3D.
La problemática surgió porque en esas fotos aparecen muchos ciudadanos que en ese momento caminan por la calle, a los que no se les pedía autorización para ser captados en las instantáneas (pese a que sus rostros podían ser observados y reconocidos por cualquiera en la red). Esta situación había generado bastante polémica, e incluso les costó una demanda por parte de una pareja, que denunciaba la invasión de su intimidad. Hasta ahora, Google ofrecía una opción para que los usuarios informasen a los técnicos en caso de encontrar fotografías inapropiadas. El sistema, no obstante, no ha resultado muy efectivo, y se han visto obligados a adoptar medidas más contundentes.
Aunque la gota que realmente colmó el vaso fue una carta de advertencia enviada por Jennifer Stoddart, Responsable de Privacidad del Gobierno de Canadá, si bien de momento el servicio sólo está disponible en Estados Unidos. Pero ahí es cuando Google le ha visto las orejas al lobo, decidiéndose a rastrear todas las fotografías realizadas en Street View. Ninguna de ellas será publicada a menos que previamente se hayan difuminado las caras de las personas que en ellas aparecen. Al menos los ciudadanos estadounidenses podrán respirar tranquilos, sin sentirse observados en todo momento por un Gran Hermano omnipresente.
Vía: google.dirson.com