Nappak, echarse una siesta en la oficina

Es una cama de emergencia para cualquier circunstancia. Se llama Nappak y tiene el aspecto de una cama-cubí­culo hinchable. Un invento alemán pensado para hacer las delicias de los amantes de la buena siesta. Con ella podemos dormir tranquilos en el campo, la piscina, la playa o, incluso, en la misma oficina. Sólo hay que desenrollarla y esperar a que se hinche sola. Al instante, tenemos una cama de aire o un sofá, según la posición elegida.

El proyecto nació de la cabeza calenturienta de unos estudiantes alemanes de arquitectura y urbanismo, Boris Finkbeiner, Kathrin Feger, Doris Kollmann y Myon Kwon. Presentaron el invento como una solución orientada a la práctica del «powernapping» en las oficinas. Un término que se utiliza para definir unas siestas rápidas de 20 minutos que ayudan a reducir el estrés y aumentar la productividad del individuo. De ahí­ que cada vez más empresas se animen a dejar a sus empleados practicar este curioso deporte.

El concepto de Nappak es sencillo: un pequeño cilindro lleva en su base un cable que alimenta un compresor de aire. Una vez que se hincha la cama-cubí­culo, pasa a ocupar un espacio de 236 x 80 x 80 cm, más que suficientes para el siestero profesional.

Debido a su comodidad de uso y la privacidad que otorga su diseño en forma de cubí­culo,

Al final, es una alternativa atractiva a las tradicionales camas inflables «planas» que se anuncian por la tele a altas horas de la madrugada o a camas como ésta, que se integran en el espacio de la mesa de trabajo.

Un miembro más de la familia numerosa de objetos hinchables, que incluye desde casas para eventos al aire libre hasta motos acuáticas , pasando por todo tipo de atracciones para niños y no tan niños.

De momento, Nappak es sólo en un proyecto que no ha salido al mercado. Si esta cama hinchable llega al mercado algún dí­a, podremos beneficiarnos de los efectos saludables del «powernapping» (siempre que al jefe lo permita). Esto último lo vemos complicado.

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