El año pasado Philips presentó en la IFA de Berlín su familia de cargadores Power4Life. Pequeños aparatos de diseño muy cuidado y pensados como cargadores portátiles y baterías de emergencia para el teléfono móvil, el ordenador portátil o la agenda electrónica. Recurriendo a conexiones como el puerto USB, el enchufe convencional y las clavijas intercambiables, la familia está compuesta por siete modelos distintos.
Tres de ellos componen la línea Power2Charge, que se presentan como cargadores universales por USB. Tan sencillo como el modelo SCM7880 que encabeza esta entrada. Lleva un puerto USB en su parte inferior, un indicador luminoso que nos informa de su estado de carga y un cable para la toma de pared que podemos ocultar y plegar en su interior.
Se recarga completamente en dos horas, y a cambio se convierte en una batería extra para cuando estamos de viaje, capaz de añadir 15 horas de autonomía adicionales a pequeños dispositivos como un teléfono móvil. También incluye adaptadores para otro tipo de conexiones, como la microUSB. Su precio es de 40 euros. Por 10 euros menos tenemos el modelo SCM4480, idéntico al anterior salvo por el hecho de que siempre debe estar enchufado a la pared.
El modelo SCM4380 sigue la misma filosofía que los anteriores, pero en este caso se conecta al mechero del coche. Una sencilla solución para cargar las baterías de pequeños dispositivos mientras conducimos, y que tiene un precio de 20 euros. Por otra parte tenemos los cuatro modelos de la línea Power2Go, que se presentan como fuentes de alimentación completamente portátiles.
El más potente es este SCE7640, que puede alimentar incluso ordenadores portátiles. Para dispositivos más pequeños, añade hasta 60 horas de autonomía extra. Además, él mismo puede cargarse a través de su propio puerto USB, ahorrándonos la necesidad de buscar un enchufe de pared. Su precio es de 150 euros.
Lo mismo pasa con los modelos SCE4430 y SCE4420, que son la mitad de potentes que el anterior (suman 30 horas de autonomía) y por ellos sus precios bajan a 55 y 40 euros respectivamente. En último lugar está el discreto SCE2110, que puede alimentarse con una pila AA para dar 30 minutos de autonomía extra en conversación a un teléfono móvil, eligiendo para ello entre 30 tipos distintos de clavijas adaptadoras.
Un sencillo complemento de unos 34 gramos de peso y precio de 17 euros, que puede salvarnos la papeleta por si nos quedamos sin batería en medio de una llamada importante.
Y es que estos Power4Life de Philips no serán tan ingeniosos como aquel cargador universal para móviles de Luigi Collani, pero la variedad de la gama se amolda muy bien a las distintas necesidades que pueda tener cada usuario. Hay donde elegir.
