Si pensamos en televisores de plasma de alta calidad, el primer fabricante que se nos viene a la cabeza es Pioneer. El problema es que los negocios son los negocios, y la producción directa de paneles de plasma es precisamente el pie de donde más cojean las cuentas de la firma japonesa, que cerrará el año fiscal con unas pérdidas de más de 95 millones de euros. De ahí que Pioneer haya decidido encargar la producción de este tipo de pantallas a otras firmas.
Una táctica bastante habitual en el sector tecnológico, y cuyo principal objetivo es rebajar costes de producción para comercializar los productos a un precio más competitivo. En otras palabras, Pioneer seguirá comercializando TVs de plasma, pero los paneles serán fabricados por otras firmas, entre las que se barajan Panasonic e Hitachi. En cualquier caso, Pioneer terminará antes de fabricar la última serie de su familia Kuro.
Con esta jugada Pioneer prevé además introducirse progresivamente en el negocio de las pantallas de cristal líquido, donde mantiene una alianza estratégica con Sharp. Esta última fabrica paneles LCD para Pioneer, que «devuelve el favor» ocupándose de la producción de altavoces ultrafinos integrados en el marco de las TVs. Los ingenieros de ambas firmas colaborarán para «desarrollar TVs de LCD que sigan el legado de las series Pioneer KURO en materia de alta calidad de imagen y sonido».
Todo esto es una consecuencia lógica del mercado de los televisores de alta definición, donde el precio es un factor importante para el usuario. El cristal líquido es más económico que el plasma, y dentro del plasma Pioneer se ha posicionado como una de las firmas de más calidad (y por tanto de precio más alto).
Junto con este cambio de estrategia respecto a los televisores de pantalla delgada, Pioneer también aumentará sus esfuerzos en el sector de los equipos de sonido, aparatos domésticos como las mesas para DJ, los reproductores de Blu-ray o complementos electrónicos para el coche, como sus últimos auto-radios.
Vía: quesabesde
