Los gobiernos quieren espiar nuestros ordenadores hasta puntos insospechados 4

La metáfora de «el gran ojo que todo lo ve» está cobrando fuerza últimamente a ambos lados del Atlántico, sobre todo si hay ordenadores de por medio. En Gran Bretaña han preparado un proyecto de ley que sigue los pasos del gobierno francés para dejar sin conexión a quienes comparten música en Internet. Mientras, en Estados Unidos han añadido una nueva medida en los controles de seguridad en aeropuertos, que permite a los agentes de aduanas acceder a cualquier aparato electrónico que llevemos encima e incluso copiar todo su contenido para revisarlo.

El caso británico es casi calcado del francés, y tiene como protagonista la música protegida por derechos de autor y las redes de intercambio p2p. Si las autoridades detectan que alguien descarga canciones protegidas con programas como eMule, dicho usuario recibirí­a un aviso para que deje de hacerlo. Si reincidiese, se le cortarí­a la conexión temporalmente. A la tercera, la perderí­a de por vida. De estas suspensiones tendrí­an que encargarse las empresas proveedoras de servicios de Internet, que podrí­an ser perseguidas legalmente si no colaboran, según algunos medios británicos.


Los gobiernos quieren espiar nuestros ordenadores hasta puntos insospechados 4Esto choca frontalmente con una de las últimas sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, como vimos hace poco. Desde Bruselas afirman que los proveedores de Internet no están obligados a participar en semejante atropello de la industria discográfica (una industria incapaz de buscar nuevas formas de distribución distintas al decadente disco óptico). Nosotros pensamos que los esfuerzos deberí­an enfocarse a mejorar el estado de la banda ancha, que en paí­ses como España da para varias tiras cómicas (unas pocas menos que las que darí­an de sí­ la SGAE y su canon digital).

En cuanto a Estados Unidos, la noticia viene a alimentar todaví­a más la polémica en torno a los controles de seguridad en los aeropuertos, especialmente pesados y meticulosos en dicho paí­s. Al entrar en él, según esta noticia de la CNN recogida en therawstory con ví­deo incluido, podrán revisarnos el portátil, el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo electrónico. Podrán acceder a nuestros documentos personales y confidenciales: archivos de texto, pdf, agenda, correo electrónico, fotos, música, registros bancarios… absolutamente todo.

Y podrán copiarlo y almacenarlo todo para su posterior revisión. Las autoridades afirman que no es para tanto, que las revisiones se llevan a cabo con criterio, para prevenir la entrada en el paí­s de delincuentes y tener pruebas para actuar contra ellos de antemano. Y gracias a ese criterio, uno de los primeros afectados ha sido un ejecutivo estadounidense de origen pakistaní­. Sus rasgos fí­sicos lo delataron claramente como un presunto terrorista, y por ello los agentes pudieron hurgar libremente entre documentos que contení­an datos internos de su empresa. Lo mismo de siempre.
Los gobiernos quieren espiar nuestros ordenadores hasta puntos insospechados 4
Ante noticias como ésta, las faltas de respeto al derecho a la intimidad por parte de programas del corazón se queda en un juego de niños. ¿Se imaginan a Mortadelo y Filemón revisando portátiles en el aeropuerto de Barajas para acabar con la paciencia y el espí­ritu de los viajeros?

Se dirí­a que el espí­ritu de las dictaduras se está asomando tí­midamente por la esquina (como ha ocurrido históricamente en todo el mundo al principio de una involución). Es otro Gran Hermano que quiere «velar por nuestros intereses» poniéndonos un microscopio en el culo. Es la sombra de Franco, Hitler y Musolini que vuelven juntos para arrebatarnos de nuevo las libertades individuales, el derecho a la intimidad y la presunción de inocencia. No hay que olvidar esto. Estamos viendo sólo la punta del iceberg. Debajo está la inquisición intentando emerger a la superficie.

Fotos de DeeMo y RobertFrancis

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