testdevelocidad

Ni 20 megas, ni dos, ni uno. Da igual la velocidad que contrates, la realidad es que cuando te pones a navegar por Internet descubres que las operadoras limitan la velocidad de su ADSL. No tienes más que probar un test de velocidad para darte cuenta del engaño.

Un test que dura unos pocos segundos y que realiza una prueba basada en subir y bajar un archivo. Uno de los sitios web con test más popular, eficaz y fiable es el ya famoso testdevelocidad.es. Una herramienta muy fácil de usar. Basta pulsar el botón de «Empezar» y en unos segundos nos dice la velocidad a la que navegamos.

Otra alternativa menos interesante es MySpeedTest. Esta web realiza una prueba más sencilla y ofrece menos información. A cambio, presenta el resultado en Mbps. Pero hay más…

El tercero que comentaremos es el que propone el portal Terra. Un test polí­cromo en el que se muestra la velocidad en un diagrama de barras de colores. Interesante, aunque no indica la velocidad de subida.

Respecto a los resultados obtenidos, como dicen sus responsables, «si nuestro test de velocidad es un 80% de nuestra conexión teórica el resultado es excelente. Por ejemplo, una conexión de 3 megas que obtenga un resultado de 2.500 kbps de bajada y 220 kbps de subida».¿Por qué se produce este recorte? Hay varios factores que pueden hacer que disminuya la velocidad. En este artí­culo repasamos los más importantes:

lentitud

Para empezar, por supuesto, el más evidente y preocupante. La poca vergí¼enza de las operadoras que no apuestan suficiente para cumplir con la velocidad prometida, contratada y pagada. Si pueden repartir un mismo ancho de banda entre varios de sus clientes, eso que se ahorran. Y como, además, no hay organismo público que prohí­ba estas prácticas o les obligue a garantizar la velocidad, pues ancha es Castilla.

Después de este motivo, que, sin duda, es el más importante, hay otros secundarios. Podemos encontrar trabas y obstáculos en nuestro domicilio, en el recorrido que va de casa a la central y, por último, en la propia Internet. Pasamos a describir los más habituales.

Problemas en casa

Tu ordenador pone los lí­mites. No todas las máquinas son capaces de trabajar con la misma velocidad. Según el tipo de procesador, memoria RAM o el espacio libre que quede en el disco duro, el ordenador podrá navegar por Internet a mayor o menor velocidad. Otros factores que influyen son los programas que tengas instalados y, sobre todo, que estén en funcionamiento a la hora de conectarte. O el tipo de navegador y el número de complementos o programas de seguridad que utilices. También hay que restar a la conexión, todo el caudal que estén utilizando aplicaciones que se conectan periódicamente a Internet para, por ejemplo, descargarse una actualización, comprobar su estado o sincronizar archivos.

El tipo de conexión entre el ordenador y el router influye en la velocidad. La conexión por WiFi es muy cómoda y sencilla. Pero también tiene algunas trabas en cuanto a velocidad máxima. Entre el router y el ordenador puede haber obstáculos como paredes, pasillos o escaleras que limiten la velocidad. También influye que la conexión sea única o compartida entre varios ordenadores. Y, por último la interacción de tu red con otras, también ralentiza sensiblemente la velocidad. Sólo una recomendación con este tipo de redes: asegúrate de usar una clave de protección para evitar que otras personas usen tu ADSL sin tu consentimiento.

El cable Ethernet es quizás la opción más veloz y segura, siempre y cuando seamos los únicos conectados por red a ese ADSL. Además, cuanto más corto sea el cable, mejor será el rendimiento.

Entre casa y la central

No acaban aquí­ los problemas. Uno de los factores más decisivos a la hora de saber la velocidad real que podremos alcanzar con cada ADSL, es la distancia entre nuestra casa y la central telefónica. Cuanto más lejos esté, peor será la conexión. Luego están las molestias habituales de interferencias con antenas, señales de radio, transformadores eléctricos…

Por nuestra experiencia, en algunos casos influyen negativamente los propios operarios de averí­as tanto telefónicas como de los proveedores de acceso a Internet. A veces estas subcontratas de subcontratas, al intentar reparar la lí­nea de algún vecino, estropean la nuestra y nos dejan sin acceso.

Problemas para todos

Por último, y no por ello menos importante, nos encontramos con los atascos que sufrimos a menudo en esta Red de redes. Y que nos afectan a todos por igual. Según la hora del dí­a, el dí­a de la semana o el sitio que visitemos, podemos tener más o menos visitantes que quieren ver el mismo contenido que nosotros. Por poner algún ejemplo, si estás conectado desde España e intentas leer a primera hora del lunes las noticias de un diario digital español, tendrás más problemas que si lo lees por la noche o durante el fin de semana.

Si utilizas un programa de descargas gratuitas tipo P2P, tendrás más posibilidades de éxito y mayor velocidad de descarga según la popularidad del contenido a descargar. Por ejemplo. Supongamos que no soy una persona en mi sano juicio y busco en el eMule un recopilatorio del rey del pollo frito. Es decir, de Ramoncí­n (pero… ¿es que ese hombre ha cantado alguna vez?). El caso es que si alguna persona intentara esta obscenidad, serí­a un milagro que consiguiera descargarlo en un plazo de tiempo razonable. En cambio, descargar el último éxito del cantante de turno o de la pelí­cula más taquillera del momento, es más rápido. Luego algunos suelen pasar estas grabaciones a un disco por el que ya han pagado canon a diestro y siniestro.

Una vez dicho todo esto, no nos queda más remedio que armarnos de paciencia y luchar entre todos para conseguir que algún dí­a consigamos mejorar el ciberdespacio que tenemos en España.

Fotos de Jaykul y unimatrixZxero

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